
La Vanguardia
Barcelona
No hay descanso en la lucha contra los incendios. Mientras la tierra quemaba en las Terres de l’Ebre, un nuevo fuego en Sant Pere Sallavinera, en la comarca de l’Anoia, ha movilizado este martes a más de cuarenta medios terrestres, once aéreos y 150 efectivos de los Bombers de la Generalitat y unos 50 voluntarios de Agrupacions de Defensa Forestal (ADF).
El aviso se recibió a las 17.02 horas a través del teléfono de emergencias 112 y el incendio, que se propagó a una zona forestal, obligó a confinar masías en los municipios de Sant Pere Sallavinera, Aguilar de Segarra y Fonollosa y que se alargará hasta la tarde de este miércoles.
Los Bombers dieron por estabilizado sobre las 21.30 horas el fuego, que apenas unas horas después de detectarse ya había afectado a unas 130 hectáreas de superficie —60% agrícolas y 40% forestales—. Según explicaron, se consiguió rodear el perímetro tras atajar las partes más complicadas en el flanco derecho, que afectó a un campo de cultivo, y en la cabeza del incendio.
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La mejora de las condiciones meteorológicas, con un aumento de la humedad y la práctica ausencia de viento, junto con el trabajo de los equipos de extinción, fueron claves. El cuerpo de emergencias continuará trabajando en la zona durante la noche con dotaciones terrestres para rematar algunos “puntos calientes”.
El temor a la aparición de varios incendios simultáneos está más que justificado en estos días. De hecho, los Bombers informaron de que durante la jornada de este martes se resolvieron con celeridad otros tres incendios con potencial en Tremp, el Perelló —también en la comarca del Baix Ebre— y Vilanova de Bellpuig, destacando que el objetivo fundamental fue “resolver lo antes posible esta situación de simultaneidad”.

Imatge de la columna de humo en Sant Pere Sallavinera
Cedida a l’ACN / ACN