La categoría fue la telonera de la F1 en el Red Bull Ring y tuvo un accidente que pudo terminar de forma trágica en el sprint. Un auto quedó arriba del otro y el Halo fue fundamental.

Foto: Captura y AFP
Redacción El País
El Gran Premio de Austria de la categoría Fórmula 2 culminó con las victorias del neerlandés Richard Verschoor en la carrera principal y del español Josep María Martí en el sprint que tuvo un inicio accidentado.
En la segunda vuelta, por unos segundos, el público y los espectadores se llevaron un escalofriante susto. Un monoplaza voló y terminó de cabeza arriba de otro. Hace algunos años pudo haber sido trágico, pero esta vez quedó solo en un sobresalto gracias al Halo.
No había espacio, pero el francés Sami Meguetounif intentó superar por dentro al prodigio de 17 años de Red Bull, el británico Arvid Lindblad, pero terminó tocando el piano y la tierra y el desenlace fue el peor. Su monoplaza se descontroló en el aire y aterrizó de cabeza sobre el del inglés Luke Browning.
Pudo haber sido fatal para el piloto de Williams, pero el Halo, ese dispositivo de seguridad que se implementó en 2018 y protege a los protagonistas de impactos a la altura de la cabeza, pudo haber salvado su vida.
“Quise aprovechar un hueco que no existía. Fue mi error. Estoy muy aliviado de que Luke -Browning- esté bien. Esto me servirá de lección. El halo hizo lo que tenía que hacer, pero no tendría que haber estado en esa situación”, dijo Meguetounif, piloto de Trident Racing, que provocó el accidente.
En definitiva fue un buen día para la seguridad de la FIA en el Gran Premio de Austria de Fórmula 2, o no tanto porque uno de los operarios del autódromo provocó una accidente insólito.
Cada vez que los monoplaza obstruyen la pista tras una colisión, son retirados por una grúa y esta los lleva de vuelta a los boxes. No se espera que el camión tenga un accidente, pero puede ocurrir.
En un video que filmó un aficionado desde las tribunas se pudo ver el momento en el que este operario manejaba la grúa trasladando un monoplaza, pero no calculó bien la altura de su transporte y se llevó por delante un puente de publicidad destruyéndolo por completo. Un mal día en el trabajo.
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