Thiago tenía 7 años y fue baleado en Ciudad Evita. Su familia tomó una decisión de amor en medio del duelo y permitió que otros niños y adultos pudieran seguir viviendo.
El nombre de Thiago Benjamín Medina Correa ya quedó grabado para siempre en el corazón de cuatro personas. El niño de siete años, baleado en Ciudad Evita la semana pasada, murió tras varios días de agonía, pero su familia tomó una decisión trascendental: donar sus órganos y dar vida a otros.
El Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) confirmó que, gracias al gesto de los padres de Thiago, cuatro pacientes en lista de espera fueron trasplantados con éxito. «El corazón lo recibió un nene de 4 años; un riñón, un nene de 5; el hígado, una nena de 13; y el otro riñón, una mujer de 46 años», detalló la madre del niño, Daira Medina.
«Mi pequeño salvó 4 vidas. Qué decisión tan difícil tomamos, pero también tan llena de amor», expresó Daira . Y agregó: “Es una manera de poder sentir a Thiago, latiendo en otro cuerpo. Ver a ese nenito con el corazón de mi hijo me llena de alegría”.
Thiago había recibido un disparo en la cabeza mientras esperaba el colectivo junto a su padre. Fue trasladado primero al hospital Balestrini y luego al Hospital de Niños de San Justo, donde falleció tras varios días en estado crítico. La justicia investiga al policía que disparó y ya fue imputado por homicidio con dolo eventual.
«Yo quería que Thiago se fuera entero, como Dios me lo mandó, pero también decidí no ser egoísta», dijo su madre con profunda emoción. Y dejó un mensaje: “Ojalá esta historia llegue a más familias, para que puedan tomar la decisión de donar en medio del dolor. Es una segunda oportunidad para muchos”.
La causa por su muerte sigue abierta. El agente de la Policía Federal, Facundo Aguilar Fajardo, de 21 años, está detenido y acusado de homicidio con dolo eventual, por disparar once veces en una zona transitada. Uno de los asaltantes murió, otros dos están internados y el cuarto fue capturado.