Los padres de Kal Blank, un niño de 10 años oriundo de Misuri, Estados Unidos, lo describen como un «cazador de tesoros». Por eso no se sorprendieron cuando les mostró su nuevo hallazgo, un anillo con un gran diamante, que había encontrado en el piso del estacionamiento de un supermercado mayorista.
La historia de Kal se hizo viral, y los noticieros locales fueron hasta su casa a entrevistarlo. Su madre, la doctora Kelli Blank, dentista de profesión, habló con el canal de noticias de San Luis, KSDK.
«Prácticamente desde que tiene conciencia y desde aprendió a caminar demostró un gran interés por las cosas brillantes, y tiene un ojo especial para detectarlas», comentó Kelli.

Contó que Kal y su padre fueron de compras el sábado por la mañana a un Cotsco, la famosa cadena norteamericana de tiendas mayoristas, y el niño vio la alianza que brillaba en el suelo justo antes de subirse al auto.
«Nuestro hijo es un buscador de cosas desde siempre, y tiene una colección especial de sus favoritos, desde monedas y rocas hasta envases de cosas que le gustan», explicó su padre, Shane Blank.
El pequeño protagonista también habló ante las cámaras y contó que le llamó mucho la atención el peso del anillo. «Lo agarré y pensé: ‘¿Por qué pesa tanto?’, lo guardé en mi bolsillo y al llegar a casa se lo mostré a mamá», relató Kal.

Su madre le dijo que esa hermosa joya debía ser de alguien, y que seguramente tenía un significado especial, porque parecía ser de compromiso.
«No tuve dudas de que alguna mujer estaría extrañando terriblemente ese anillo, y llamé al Costco para averiguar si alguien lo había reportado», indicó la dentista.
Un niño encontró un anillo de bodas, lo pulió y se lo devolvió a la dueña
Estaba en lo cierto, porque Mae Pratzel, la dueña del anillo, lo había buscado por todas partes. Sabía que se le podía haber caído mientras hacía las compras, y llamó al supermercado para preguntar si alguien lo había acercado al sector de objetos perdidos.
«Perdí mucho peso tras una cirugía reciente, y el anillo normalmente me quedaba ajustado, pero ahora ya no, así que se me debe haber resbalado del dedo cuando dejé el carrito en el estacionamiento», indicó Pratzel durante la entrevista televisiva.
Reveló que la piedra central del anillo era el diamante original de su anillo de compromiso, el mismo que le regaló su marido, Alan Pratzel, hace más de 50 años.
«Lo reajusté varias veces a lo largo de las décadas, y fue una sensación horrible cuando me di cuenta que ya no lo tenía; trataba de pensar: ‘Es algo material, es una simple cosa, un anillo, pero es mucho más que eso, es toda mi historia«, expresó la mujer.

Cuando la madre de Kal se enteró de que alguien había reportado la pérdida de un anillo con una descripción que coincidía, habló con el niño y le preguntó que quería hacer.
«Es muy bonito y brillante, pero había que pulirlo y ponerlo en un caja para devolvérselo«, expresó el niño. Su mamá lo ayudó, y después de pulir el anillo lo guardaron en una alhajero aterciopelado que ella había traído de un viaje a Irlanda.
«Quiso escribirle una carta a mano a la dueña, donde le dijo que lo correcto era devolverlo porque seguro alguien estaba triste, y esperaba que esté más tranquila ahora que había recuperado su hermoso anillo», comentó.
Luego condujeron hasta Manchester, a la sucursal del supermercado, para entregarlo. Y dejaron un teléfono de contacto en la nota manuscrita.
El encuentro en persona con la dueña del anillo y el descubrimiento de los lazos que los unen
Pratzel quedó anonada cuando vio que su anillo estaba incluso mejor que antes, y que se lo habían devuelto en un estuche junto a la tierna carta de Kal. Enseguida llamó a su casa y les agradeció por su amabilidad.

Pactaron verse en persona, y cuando se reunieron para una merienda charlaron un largo rato. «Descubrimos que uno de mis nietos va a la misma escuela que la hermana de Kal, Josephine, y que mi esposo, un abogado jubilado, trabajó junto al padre de Kal, que actualmente es fiscal federal adjunto», reveló la mujer.
Las cámaras del noticiero local captaron el momento en que las familias se conocieron. Mae llevaba su anillo puesto y le dio un gran abrazo a Cal, a quien sorprendió con varios regalos a modo de agradecimiento por los gestos que tuvo.
«¡No sabes lo especial que sos para mí!», le dijo a Kal, que le respondió con una sonrisa tímida. Y luego le dijo a sus padres: «Es un chico extremadamente especial y ustedes tienen que estar muy orgullosos.
La devolución de la joya llegó justo a tiempo para una ocasión muy importante para el matrimonio Pratzels: celebrarán una fiesta por su 50° aniversario de bodas en diciembre.