Un nene de 1 año fue internado en grave estado en la sala de Nefrología Pediátrica de un hospital de Padua, en la provincia italiana de Belluno.
Desarrolló síndrome hemolítico urémico (SHU) después de comer queso de leche cruda, informó el medio local Corriere della sera. Cepas de escherichia coli, capaces de producir toxinas peligrosas, sobrevivieron en el alimento sin pasteurizar.
Especialistas llegaron a esa conclusión después de analizar muestras del queso del restaurante donde había comido el niño antes de que contrajera la bacteria.
Los médicos son optimistas sobre su evolución. “Su estado crítico está mejorando lentamente”, afirmaron. Muchas veces, los casos de SHU en menores pueden resultar fatales.
El niño de Padua es el tercer niño que contrae escherichia coli en menos de un año en la provincia de Belluno y crece la preocupación por el estado de los alimentos en la región.

Las autoridades de Belluno recomendaron enfáticamente a los padres tomar recaudos con la alimentación de sus hijos.Deben evitar que sus hijos consuman leche y productos lácteos no pasteurizados y prestar atención a la cocción y el almacenamiento adecuados de esos alimentos.
Cuáles son las diferencias entre la leche cruda y pasteurizada
La leche o los productos lácteos pasteurizados son sometidos a un proceso de calentamiento por encima de los 75 grados para eliminar la mayoría de sus microorganismos y bacterias.
La leche cruda, en cambio, mantiene todos los microorganismos presentes de forma natural en esta materia prima.
Entonces, la diferencia clave entre la leche cruda y la pasteurizada es la presencia en la primera (y ausencia en la segunda) de los microorganismos naturales de esta materia prima.
¿El queso de leche cruda puede ser peligroso?
La peligrosidad del consumo de leche cruda es un tema controversial que lleva décadas siendo estudiado. La legislación sobre su consumo varía de acuerdo a cada país.
Los portales de salud Healthy Children y el de la Universidad de Harvard advierten sobre los peligros del consumo de leche cruda y recomiendan que los niños no deben beberla porque, así como los adultos mayores y las mujeres embarazadas, son personas con sistemas inmunitarios debilitados.

Sostienen que la leche cruda no es segura para beber porque puede contener gérmenes dañinos. Algunas de las bacterias dañinas de la leche cruda son Campylobacter, Salmonella, Escherichia coli, Listeria, Tuberculosis y Brucella.
En 2020, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición publicó un informe que confirmaba que la leche cruda supone un riesgo para los consumidores, pero que también es verdad que “las medidas de gestión del riesgo (…) se pueden considerar adecuadas para proporcionar un elevado nivel de protección a los consumidores”.