Cuando se construyó el recinto Gran Via de Fira de Barcelona hubo quien vaticinó que aquel gigantesco espacio nunca se acabaría llenando por completo. Lo desmienten el Mobile World Congress (MWC), el salón audiovisual Integrated Systems Europe (ISE) y Alimentaria. Ocupan los 240.000 metros cuadrados disponibles y ya no saben dónde meter a más expositores ni visitantes.
También hubo quien dijo que, con el moderno espacio de l’Hospitalet a pleno rendimiento, los viejos palacios de Montjuïc estaban condenados a llenarse de telarañas, pero la actividad allí no para y el centenario de la Exposición Internacional de 1929 ha impulsado una renovación urbanística de gran calado. Ambos proyectos suponen un importante salto de escala para Fira de Barcelona.
Gran Via
Crecimiento con 60.000 metros cuadrados más en un espacio diáfano
El nuevo pabellón en construcción, bautizado como Hall Zero, sumará 60.000 metros cuadrados más al espacio expositivo existente y permitirá jugar en la liga de los 300.000 metros cuadrados, donde están Hannover, Düsseldorf, Frankfurt, Munich, Milán y París. Esa magnitud permitirá competir para captar los salones más grandes del mundo y dará margen de crecimiento a los salones ya instalados de manera permanente en la ciudad. “La competencia cada vez es más grande”, reconoce el presidente de Fira de Barcelona, Pau Relat, convencido de que el nuevo pabellón permite “fortalecer aún más el posicionamiento mundial” con un recinto que gana en tamaño y en modernidad.
La estructura del futuro pabellón ya empieza a ganar altura y permite hacerse una idea de la magnitud que tendrá: similar a una manzana del Eixample entera bajo una cubierta elevada como la del Palau Sant Jordi, sin una sola columna en los 115 metros de longitud por cada lado, donde podría entrar perfectamente un avión como si de un gran hangar se tratase.
El conjunto arquitectónico lleva la firma del japonés Toyo Ito y el estudio de Fermín Vázquez (b720). Una de sus particularidades se encuentra en ese diseño totalmente diáfano con dos plantas que ofrecerán una gran flexibilidad de usos. La tercera y última fase de las obras, correspondiente a la arquitectura y las instalaciones interiores, acaba de salir a concurso público y se espera que los trabajos se solapen con las de la estructura, en ejecución desde el año pasado.
Erigido en el lugar donde durante muchos años estuvo Porcelanosa, el nuevo pabellón estará conectado mediante una pasarela elevada con el resto del recinto ferial de l’Hospitalet. La intención de Fira es poder compaginar diversos eventos y congresos a la vez, aprovechando la arquitectura unida pero a la vez separada del resto. El calendario va ajustado al máximo para que los primeros salones del 2027 ya puedan estrenarlo. Para más adelante quedará la torre de oficinas de 14 plantas con 24.000 metros cuadrados de superficie que se construye encima del pabellón y que albergará dependencias públicas de la Generalitat, con una terraza elevada para disfrute de los trabajadores y congresistas.
Montjuïc
Puesta al día histórica del recinto de plaza Espanya con un nuevo palacio de congresos y un pabellón multifuncional
La transformación de Montjuïc coincidiendo con el centenario de la Exposición de 1929 respeta la historia a la vez que se adapta a las necesidades del siglo XXI. Lo hará mediante un concurso arquitectónico internacional que está en fase de preselección de los proyectos finales divididos en tres lotes. “Bebiendo del espíritu de 1888, 1929 y de los Juegos Olímpicos, la nueva Fira es heredera de todo aquello en un lugar privilegiado”, destaca el director general de Fira de Barcelona, Constantí Serrallonga.
Un nuevo pabellón multifuncional de dos plantas se levantará en el lugar donde ahora hay un palacio de congresos que nota el paso del tiempo. Ocupará también parte de la plaza del Univers, que en el futuro pasará a estar siempre abierta a la ciudadanía. Más arriba, junto a la Font Màgica de Montjuïc, el antiguo palacio de Alfonso XIII mantendrá el envoltorio, aunque su interior se remodelará por completo para dar cabida a un moderno pabellón de congresos con un auditorio para 1.600 personas.
En el otro extremo, en el palacio del Vestido de plaza Espanya se creará un nuevo espacio de innovación que dará continuidad económica al legado que dejan los eventos durante cuatro días. “Con todos estos proyectos estamos poniendo los cimientos de la Fira del futuro, para construir una plataforma ferial más grande pero sobre todo más sostenible, moderna, flexible e innovadora”, resume Pau Relat.
La transformación de Montjuïc, de hecho, va más allá de los espacios feriales. En el pabellón Victoria Eugenia se ampliará el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) con 10.000 metros cuadrados más. La renovación de la zona también es urbanística, con una avenida Maria Cristina que solo será accesible al transporte público y bicicletas. Además, el palacio 2, el que da al Paral·lel, desaparecerá para dejar paso a equipamientos como un polideportivo y diversas promociones de vivienda pública, aunque todo esto ya será más allá del 2029, igual que la remodelación de los palacios 1 y 8, que se rehabilitarán y modernizarán para adaptarlos a las nuevas necesidades feriales.