Un superyate valuado en 645 millones de dólares, descrito como “la embarcación más extraordinaria jamás construida”, saldrá a la venta en el Monaco Yacht Show este septiembre.
Sin embargo, lo que más llamó la atención de los compradores es el hecho de que su supuesto propietario, Bill Gates, jamás lo usó.
La embarcación de 118 metros llamada Breakthrough es el primer superyate de pila de combustible de hidrógeno del mundo, lo que lo convierte en un pionero en sostenibilidad marina.
«Una ciudad de cuatro niveles»
Edmiston, la firma que lo representa en la venta, detalla que entre las comodidades más destacadas se encuentran una piscina infinita de 8 metros, un helipuerto, sala de estar, cine, club de playa, gimnasio, spa, cancha de baloncesto y una especie de “ciudad privada” de cuatro niveles, equipada con biblioteca, oficinas, elevador y espacios personales para el propietario.
De acuerdo a lo que se dio a conocer, puede alojar hasta 30 huéspedes en 15 camarotes de lujo y cuenta con una tripulación de 44 personas. A pesar del confort, su dueño parece no haber aprovechado sus instalaciones.
Durante años, se especuló que el yate había sido encargado por Gates. En la descripción oficial de la embarcación, Edmiston evita confirmar su identidad.

En este sentido, según Luxury Launches, el magnate tecnológico habría financiado el proyecto en 2021, pero luego se retractó antes de estrenarlo.
En la práctica, el superyate está listo para zarpar, pero su dueño jamás pisó su cubierta. Aún así, persiste el rumor de que se encuentra a su nombre y ahora busca un nuevo propietario.
Para los expertos, esta paradoja incluso podría aumentar su valor, precisamente porque la embarcación está completamente para estrenar, sin horas de navegación y con sistemas completamente intactos.
Por qué el Breakthrough es tan exclusivo
Diseñado por RWD y Construido por Feadship, el Breakthrough, de 7247 toneladas, no es un superyate más. Sus creadores sostienen que «el objetivo era construir el yate más ecológico y avanzado jamás construido, sin concesiones».

El resultado fue una combinación de lujo extremo, innovación tecnológica y diseño pensado al detalle. Cada espacio a bordo fue creado para ofrecer confort, privacidad y experiencias únicas en alta mar.
Uno de los aspectos más llamativos es su sala submarina, en donde los pasajeros pueden relajarse observando el fondo del océano como si estuvieran en un acuario privado. Además, dispone de plataformas laterales que se abren hacia el mar, creando terrazas flotantes.
La embarcación cuenta con helipuerto, hospital de emergencia, espacios de bienestar como sauna y salas de masajes, y una cava para vinos de colección.
El diseño interior fue pensado para que los ambientes se conecten de forma armónica, con pasillos amplios, techos altos y ventanales que ofrecen vistas panorámicas y están totalmente climatizadas.

En cuanto a la tecnología, las pilas de combustible de la embarcación permite una semana completa de funcionamiento silencioso y una navegación limpia a 10 nudos.
Además, su sistema de navegación está completamente automatizado, con controles digitales que permiten operar funciones clave desde cualquier punto del yate. Incluso las puertas y cortinas se abren por sensores de movimiento. Todo está respaldado por sistemas de seguridad de última generación.