Un error de cálculo de los concejales de Junts le alegró este viernes al alcalde Jaume Collboni y le libró de una dolorosa reprobación en materia de seguridad. La verdad es que las recientes muestras de entendimiento del grupo con más ediles en el Ayuntamiento de Barcelona y de sus antiguos socios de BComú ya le tenían escamado. Pero la pinza que montaron estas formaciones muestra ya signos de debilidad. Apenas resta un mes para que lleguemos al ecuador del mandato.
El hartazgo de unos y otros ante el gusto del alcalde Collboni por la geometría variable propició que unieran sus fuerzas estas semanas para condenar las negligencias del gobierno municipal en el barrio del Besòs Maresme, y también que le lanzaran varios dardos por su discreta implicación en la crisis de Rodalies.
A pesar de los acuerdos, la relación de socialistas y comunes es aún muy áspera
Los de Junts quisieron aprovechar esta inercia y poner de nuevo de manifiesto la soledad del gobierno socialista, pero erraron el tiro y plantearon una reprobación del alcalde Collboni ante la preocupación ciudadana por la inseguridad y el incivismo en la ciudad, sobre todo en el Raval y Sant Antoni.
“Muchos vecinos del Raval ya no dejan salir a sus jóvenes solos en las calles –dijo el presidente de del grupo de Junts, Jordi Martí–, y algunos comerciantes de Sant Antoni tuvieron que cerrar después de repetidos robos”. La proposición de Junts abogaba por redoblar el trabajo de los servicios sociales, y también por reforzar la presencia policial en las calles del Eixample y de Ciutat Vella.

La líder de Bomú, Janet Sanz, celebró que el Ayuntamiento retire su ayuda a la feria The District
Àlex Garcia
Obviamente, los de Junts encontraron el apoyo a regañadientes y trufado con unos cuantos reproches de los concejales del PP y de Vox, pero se toparon con la oposición tanto de los de BComú como de los de ERC. Su rechazo a la propuesta de Junts fue tan contundente que el propio Collboni se permitió enarbolar unos cuantos números muy satisfactorios y afear a Junts una actitud que tildó de nada constructiva.
La idea de solucionar los problemas con más policías no gustó ni a comunes ni a republicanos, quienes piensan que los problemas de estos barrios se frenan combatiendo las desigualdades sociales. “Motivos para reprobarle no nos faltan, pero no nos gusta hacerlo por la seguridad”, dijo el común Marc Serra. “Los problemas se resuelven de otro modo –añadió el republicano Jordi Coronas–, y no mezclándolo todo”. Además, los desencadenantes de la proposición de Junts fueron unos incidentes ocurridos en la ronda de Sant Antoni.
Los críticos con la pacificación de este vial entre el Raval y Sant Antoni siempre argumentaron que supondría un problema de incivismo y de inseguridad. Y últimamente los comunes tratan de que esta peatonalización se refuerce y extienda por los alrededores.
“No hagan políticas destructivas y ayuden a aprobar la nueva ordenanza de civismo–dijo el alcalde a los de Junts una vez concluyó la votación–. Estamos ampliando la Guardia Urbana, mejorando la coordinación con otros cuerpos, combatiendo la multirreincidencia… El trabajo de este gobierno está dando resultados. Los hechos delictivos durante el primer trimestre de este año se redujeron en un 8%. El primer trimestre de este año”. Fuentes municipales detallaron que así pasamos de 44.691 a 41.124, y que de todos ellos 35.512 son delitos contra el patrimonio, una cifra que supone una reducción del 9% respecto al primer trimestre del año pasado.
Así que el pleno mostró una versión de circunstancias del tripartito sobre el que tanto se especuló este mandato. Pero ello no significa que socialistas y comunes estén limando asperezas. El gobierno de Collboni y ERC mostraron una vez más su amable sintonía. PSC y BComú apoyaron la propuesta republicana para fomentar la rehabilitación. Pero aún así continúan llevándose muy mal.
Lo suyo es más bien un agrio tira y afloja a trompicones, haciendo todo el rato de tripas corazón. Ayer el ejecutivo municipal se vio empujado ayer por los comunes a retirar una subvención del Ayuntamiento de 250.000 euros a la feria inmobiliaria The District World Summit. De lo contrario no habría podido sacar adelante la incorporación del resto de ayudas nominativas a entidades sociales, medios de comunicación y empresas al presupuesto municipal del 2025.
Y los socialistas también apoyaron una proposición de BComú a fin de que el Ayuntamiento apruebe antes de un mes la Modificación del Plan General Metropolitano (MPGM) prevista para prohibir o limitar los alquileres de temporada. Pero Laia Bonet, la primera teniente de alcalde, señaló que no se precipitarán, que todo depende del análisis de los servicios jurídicos, que el Ayuntamiento ha de tener cuidado con el uso de las MPGM, que luego los jueces las tumban y todo son problemas… Toda una pulla propia de una expareja la de Bonet, en clara referencia a todos los problemas judiciales que acumula la tranformación de la calle Consell de Cent realizada por el último gobierno de Ada Colau.
Recuerdo a Óscar Muñoz y al Papa
La sesión plenaria del Ayuntamiento de Barcelona se inició con unas palabras del alcalde en recuerdo del periodista de La Vanguardia Óscar Muñoz, fallecido el pasado viernes. Haciéndose eco del sentimiento de todos los grupos municipales, Jaume Collboni destacó la larga trayectoria del periodista como uno de los referentes de la información local en Barcelona. El alcalde dijo de Óscar Muñoz que formaba parte del “paisaje humano” del Ayuntamiento y puso en valor el rigor y la pasión con las que se entregaba a su profesión y a la ciudad este “periodista de raza”. Al recuerdo de la figura del redactor de la sección Vivir de La Vanguardia le siguió un minuto de silencio en memoria del Papa Francisco, que fue observado con un respetuoso silencio por todos los concejales del Consistorio barcelonés.