Un visitante ancestral del sistema solar está en camino, y América Latina tendrá uno de los mejores asientos para contemplarlo. Se trata del cometa ATLAS C/2025 K1, una bola de hielo y polvo que se dirige hacia su primer encuentro cercano con el Sol. Si todo sale bien, su estela podría dibujar una luminosa pincelada en el cielo al amanecer o al anochecer.
Cuándo y cómo observar el cometa ATLAS

El cometa ATLAS fue descubierto en mayo de 2025 desde un observatorio en Chile, y su trayecto lo llevará a cruzar el interior del sistema solar en dirección al perihelio, su punto más cercano al Sol, que alcanzará el 8 de octubre. Será en ese momento —y durante los días previos— cuando ofrezca su mayor brillo.
En condiciones ideales, ATLAS podría alcanzar una magnitud visual de 5.2, lo que lo haría visible con binoculares e incluso a simple vista desde zonas oscuras. Los mejores momentos para observarlo serán durante la primera quincena de octubre, justo antes del amanecer o poco después del atardecer, cuando el cielo esté aún oscuro pero el cometa ya se haya elevado por el horizonte.
América Latina —por su ubicación y amplitud geográfica— contará con oportunidades privilegiadas para disfrutar del fenómeno. Regiones con baja contaminación lumínica, como áreas rurales, montañas o parques alejados de ciudades, ofrecerán las mejores condiciones para verlo con claridad.
Un cuerpo frágil y fugaz que podría sorprender

ATLAS es un cometa nuevo: esta es su primera aproximación al Sol, lo que añade una dosis de incertidumbre. Su núcleo, de menos de un kilómetro de diámetro, está formado por hielo, polvo y compuestos volátiles. Si la actividad térmica no lo fragmenta en su paso cercano (a solo 0.33 unidades astronómicas del Sol), podría convertirse en el cometa más brillante del año.
Para observarlo de forma segura no se necesita protección ocular —a diferencia de los eclipses—, pero sí se recomienda seguir algunas pautas: evitar fuentes de luz artificial, usar binoculares para más detalle y tener paciencia. Si las condiciones meteorológicas y atmosféricas lo permiten, ATLAS podría dejarnos una imagen inolvidable de la danza celeste.
El cielo prepara su mejor función del año. Y esta vez, no necesitarás entradas… solo mirar hacia arriba.