Una particularidad del clima de los últimos años es la sensación de que las estaciones del año están algo desfasadas. Es decir, que las características que le dan nombre (más calor-menos calor, más frío-menos frío) adquirieron cierta independencia de su corset nominal para instalar una cuota de anarquía ambiental. Al parecer, este 2025 no será la excepción.
Un anticipo de esta previsión ya fue experimentado entre fines de diciembre y comienzos de enero. Al verano le costó arrancar. Las marcas del último mes del año se ubicaron por debajo de lo normal y en la primera semana de enero la demorada presencia de sol y altas temperaturas sumaron incertidumbre en la Costa en una temporada desde el vamos amenazada por el éxodo turístico a Brasil.
Ahora, producto de esta lógica poblada de imposturas climáticas, todo indica que al verano le costará irse. Un informe del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informa que en un periodo que incluye el comienzo de clases -el próximo lunes- y se extiende al menos hasta fines de abril, el pronóstico será de mayor calor que lo normal. ¿Qué probabilidad hay de que esa previsión se cumpla? Bastante alta: hasta un 50 por ciento, 10 puntos porcentuales por encima del rango que indica normalidad.
La anomalía en cuestión, además, no será propia de una región en particular, sino que afectará a casi todo el país en la misma medida. Sólo el sur de Santa Cruz y Tierra del Fuego escapan al rosa fuerte que pinta al resto de la Argentina, para adoptar un tono algo más tenue, que de todos modos no alcanza la normalidad.
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Ola de calor en Argentina: cuándo es y qué temperaturas se esperan
El fenómeno tendrá lugar luego del breve paréntesis fresco, con importante descenso de la temperatura, que se vivió este martes. La mínima descendió hasta los 14 grados, pero rápidamente el termómetro recuperará, en lo que queda de esta semana, su impulso ascendente.

A la vez, las lluvias hasta fines de abrir -según la proyección del SMN- sostendrán niveles por debajo de lo habitual en todo el este de la provincia de Buenos Aires, incluida la Capital Federal. La posibilidad es de hasta el 45 por ciento en esta zona, al igual que en la franja oeste de la Patagonia. En todo el centro del país, de norte a sur, prevén en cambio condiciones de normalidad.
Será entonces, según lo previsto, un inicio del ciclo lectivo con temperaturas más propicias para seguir chapoteando en la pileta que para calzarse el guardapolvo. Pero la severidad del calendario dará la espalda una vez más a los sentidos de cara a las rutinas inexorables.

El impacto en la salud
¿Cómo se vincula este pronóstico a la cuestión sanitaria? La gran pregunta, todavía pendiente de respuesta, es qué pasará con el dengue en lo que queda del verano y el comienzo del otoño.
Por ahora la performance del virus transmitido por el mosquito Aedes aegypti ha sido modesta comparada con los dos veranos anteriores. No obstante, ya hay expertos que advierten que el pico todavía no ocurrió y que las próximas semanas serán claves.
En ese sentido, si bien todo parece indicar en términos comparativos que éste no sería en principio un año epidémico, el hecho de que el calor se extienda en el tiempo más de lo habitual siempre genera un campo propicio para una eventual mayor circulación del virus del dengue.
Pero no sólo está en juego el volumen de circulación, sino qué serotipo del virus será el predominante. El Ministerio de Salud emitió en las últimas horas un comunicado para advertir sobre este punto.

“El virus transmisor del dengue posee cuatro serotipos: DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4. Después de una ausencia prolongada, en 2024 se volvió a registrar circulación del serotipo DEN-3 en Brasil, Colombia, Costa Rica, Guatemala, México y Perú. La reintroducción de este serotipo en varios países de la región de las Américas puede ocasionar un incremento de casos de dengue y de formas graves de esta enfermedad, debido a la mayor susceptibilidad de la población”, dice Salud.
Esto ocurre porque los contagios de dengue de las últimas temporadas en el país han sido mayoritariamente de los serotipos 1 y 2, de manera que la población que ya ha tenido contacto con el virus no puede volver a contagiarse esas mismas variantes. Sin embargo, la inmunidad no es tal para las cepas 3 y 4, amén de la discusión sobre si una reinfección de dengue supone más peligro que el contagio original. Tanto desde Nación como desde Ciudad refutaron esta hipótesis sostenida por otros expertos.
“En nuestro país, según el último Boletín Epidemiológico Nacional, se observa una prevalencia del DEN-1 y DEN-2, que acumulan más del 97% de los casos. Sin embargo, durante la semana epidemiológica cuatro (SE4) se notificó en Rosario, provincia de Santa Fe, el primer caso de dengue con serotipo DEN-3, sin antecedente de viaje”, aclara el comunicado oficial.
PS