
Electronic Arts (EA), una de las compañías más grandes de la industria de los videojuegos, escogió a Bogotá como el centro de operaciones para América Latina.
De acuerdo con el medio Valora Analitik, el anuncio, que se oficializará en los próximos días, representa un hito importante para Colombia, que se proyecta como un referente para este sector global.
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De acuerdo con cifras de Statista, la industria de videojuegos mueve cada año cerca de doscientos mil millones de dólares y presenta en América Latina uno de sus mercados de mayor crecimiento.
EA, reconocida por desarrollar franquicias icónicas como EA Sports FC (antes FIFA), The Sims, Apex Legends, Battlefield, Need for Speed y la saga de Star Wars Jedi, centralizará sus operaciones regionales desde la capital colombiana.
En su último año fiscal, con corte a marzo de 2024, la compañía reportó ingresos netos por US$7.561 millones, provenientes de ventas de juegos, servicios en vivo, suscripciones y otros segmentos.

La firma cuenta con presencia global, con sedes en países como Canadá, España y ahora Colombia, reforzando su apuesta por el mercado latinoamericano.
Con la llegada de esta multinacional, Colombia fortalece su posición como un hub tecnológico y creativo en la región, potenciando el desarrollo de empleo especializado y nuevas oportunidades para la industria local.
En 2025, el Senado colombiano aprobó el Proyecto de Ley 026 de 2024, que reconoce oficialmente a los e-Sports como deporte, integrándolos al Sistema Nacional del Deporte.
Esto significa que los jugadores profesionales de videojuegos ya son considerados deportistas electrónicos, con acceso a recursos estatales, formación, representación internacional y apoyo de instituciones deportivas locales, en igualdad de condiciones con otras disciplinas.
Alexander Ospina, presidente de la Federación Colombiana de Deportes Electrónicos (Fedecolde), explicó al medio El Colombiano que esta ley “traza una línea clara de trabajo para que los gobiernos locales reconozcan a los clubes, proligas y al ecosistema que representa el deporte electrónico”.

El nuevo marco legal no solo otorga legitimidad, sino que abre la puerta a inversiones privadas y públicas que antes resultaban imposibles, fortaleciendo la infraestructura de la competencia profesional de videojuegos.
A esta decisión se suma el impacto del Certificado de Inversión Audiovisual (Cina), un incentivo fiscal que otorga hasta un 35 % de descuento sobre la inversión en proyectos audiovisuales y que ha transformado la dinámica de los estudios de videojuegos en Colombia.
Jairo Nieto, cofundador y director creativo de Bacon Games, explicó que estos beneficios han permitido fortalecer procesos internos y estructurar mejor los equipos: “Han formalizado ciertos procesos dentro de las empresas. Aunque es un esfuerzo administrativo importante, también ha sido una oportunidad para fortalecer roles internos y estructurar mejor nuestros equipos”.
Gracias al Cina, estudios colombianos han participado en proyectos globales de gran alcance como Fifa Rivals y Rival Stars, involucrando a talento local en el desarrollo de títulos con alcance internacional.
Natalia Álvarez, directora del estudio de PikPok en Medellín, destacó que el incentivo fiscal “disminuye el riesgo financiero y facilita la interlocución con socios e inversionistas”, lo que ha generado confianza en la industria y consolidado a Colombia como un destino competitivo frente a mercados de bajo costo en Asia y Europa.

La decisión de EA refuerza el posicionamiento de Colombia como un hub tecnológico y creativo, capaz de competir con polos consolidados como México, Brasil y Chile.
Empresas como Riot Games, creadora de éxitos globales como League of Legends y Valorant, también han instalado servidores en Bogotá.
Esta decisión busca optimizar la calidad del servicio en América Latina, reduciendo la latencia y mejorando la experiencia de juego para miles de jugadores en la región.
El respaldo estatal a la industria, la aprobación de los e-Sports como deporte y la existencia de incentivos como el Cina generan un ecosistema propicio para la llegada de más multinacionales y para el crecimiento de estudios locales con capacidad de desarrollar contenido de alcance global.