Una estampida de caballos causó una tragedia en la ruta 6, en el partido de Cañuelas: una docente que iba de acompañante en un auto murió tras chocar contra los animales, que habían escapado de un campo cercano.
Todo ocurrió el domingo, pasadas las 21, a la altura del hotel y club de polo Puesto Viejo, en el kilómetro 82 de la carretera provincial.
Según fuentes policiales, los caballos estaban sueltos y dos camionetas (una Ford Ranger y una Toyota Hilux) que viajaba en dirección a Cañuelas chocaron a algunos de ellos.

Los ocupantes de los vehículos salieron ilesos, pero la tropilla salió espantada hacia la mano contraria, adonde circulaba un Seat Toledo, en la mano hacia San Vicente.
En el auto viajaban su conductor, Fernando José Legname (54), junto a su pareja, Virginia Liliana Fejula (55), ambos con domicilio en la localidad de Domselaar, partido de San Vicente.
Fejula falleció y Legname fue trasladado con heridas al Hospital Cuenca Alta, donde recibió el alta horas más tarde.
En el lugar quedaron once caballos muertos. Gran parte de ellos eran orejanos, es decir, que no tenían marca.

La mujer era maestra en la Escuela Cristiana Evangélica Argentina (ECEA), de Brandsen, que en señal de duelo este lunes no dictó clases.
«Siempre te recordaremos, seño Lili», la despidieron en las redes sociales.
«Gracias por tu buena enseñanza, fuiste una gran profesional, te voy a recordar siempre seño Lili«, escribió Nicole Romano en Facebook.

Los investigadores intentan determinar por qué los caballos estaban sueltos en la ruta, justo enfrente de un club de polo.
Según el portal Infocañuelas, «pertenecían a la familia Palomeque, propietaria de un establecimiento de entre 20 y 30 hectáreas ubicado al lado de Puesto Viejo».
“Los caballos habrían salido por un sector del alambrado que estaba en mal estado de mantenimiento. Hicimos un seguimiento de huellas y, además, un caballo que estaba herido regresó hacia ese campo”, dijo una fuente a ese medio.
La causa, caratulada «homicidio culposo y lesiones culposas«, quedó a cargo de la UFI N° 1 de Cañuelas, que conduce el fiscal Javier Berlingieri.
EMJ