Descubrir los cruces de la fotografía con otras prácticas artísticas. En su 21° edición, Pinta BA Photo sigue apostando a la misión que abrazó en los últimos años: asumir la fotografía como un lenguaje más dentro del arte contemporáneo, que es híbrido, con trayectorias diversas y sorprendentes. Una búsqueda que hizo de la feria de fotografía principal en Latinoamérica, más inclusiva.
Del viernes 17 al domingo 19 de octubre, en el pabellón 8 de La Rural están los grandes referentes de la fotografía de autor, modernos y contemporáneos. Anatole Saderman como el Artista Homenaje de este 2025, las fundaciones Arte x Arte –con un tributo a su fundador, Alfonso Castillo– y Larivière además con sus publicaciones, y una participación creciente de espacios no identificados con la fotografía que proponen pensar más allá.

“Entendemos una fotografía más expansiva, porque el arte contemporáneo trabaja con todos los lenguajes, en equipos, es multidisciplinario y más amplio”, define Irene Gelfman, curaduría global de Pinta y además de dos proyectos especiales en BA Photo. Ya no se trata de pensar en disciplinas como el siglo XX, una mirada hoy considerada reduccionista.
Son un total de 52 galerías divididas en tres secciones. Al ingreso, se imponen dos exposiciones individuales de artistas contemporáneos, en la Sección principal. En Cosmocosa, un recorrido por la producción de Nacho Iasparra, un purista de la fotografía.

Copias únicas analógicas de series que ya están en museos locales como el Moderno y el Malba, y sus clásicas fotos digitales. “Son las que marcaron la imagen en los 2000, la nueva fotografía que se distanció de la de los 90, más preproducida e icónica, hacia la intimidad, el clima, la sensibilidad y más anclada en la abstracción”, define Amparo Díscoli, codirectora de la galería, que confirma que Iasparra como el único fotógrafo en su staff.
“La fotografía no tuvo la evolución de precios que se esperaba allá por los 2010, cuando dio un salto”, analiza la galerista. “Es uno de los lujos del circuito actual: tenés algo que es parte del imaginario de una época y con precios accesibles». El clima alrededor de las ventas se siente distendido en los pasillos el primer día.

En Tomás Redrado Art, galería con sedes en Miami y José Ignacio que debuta en BA Photo, todas son imágenes de Flavia Da Rin. Sobresale una serie comisionada en 2008 por el Speed Art Museum de Kentucky, Estados Unidos, para exhibir en los carteles publicitarios de la autopista, como un museo al aire libre. En una suerte de trastienda, una fotoperformance con artistas mujeres de entreguerras, siempre con su propio cuerpo como protagonista y montaje digital.
El cuerpo en foco
Principal registro de un lenguaje de por sí efímero, la fotografía se funde históricamente con la performance, y llega transformada en uno de los ejes de esta edición. Además, es tema asignado de la sección Radar, que propone un diálogo entre dos galerías. “La propuesta es un cruce intergeneracional, de regiones y con artistas de diferentes trayectorias que trabajan la performance y la fotoperformance”, señala Guad Creche, curadora de la sección que reúne galerías de rango intermedio y ya consolidadas, en duplas que comparten un stand.

Del Infinito exhibe una fotoperformance de 2001 de Matilde Marín que comparte con la de Natalia Iguiñiz Boggio, de la galería Vigil González, la inapelable presencia de las manos.
Una sala de la casa de Nicola Costantino se trasladó al stand de The White Lodge en BA Photo. Sillones, muebles y una selección de fotos históricas de la artista, con claras referencias a la historia del arte, de la Venus de Botticelli a Grete Stern y Magritte. Entre todos, los objetos cuentan su historia personal donde los cerámicos de flores hablan del presente y de una artista que se reinventa.

Fotoperformances de diferentes épocas de Mauro Guzman (URRA + HIP HIP), incluida la que simula filmar una película comparte espacio con una de Malena Pizani, con una serie con telas vinculada al teatro (Selvanegra).
“El registro en la fotografía está en toda la feria, como en la instalación de Marina de Caro, en un impulso de volver a ver y reunir las producciones de hace más de 20 años”, agrega Creche, que detalla que en las producciones en la feria “aparece la identidad y el contexto político, así como el vínculo con la naturaleza y el paisaje y algo más citadino”.

Lo urbano está en la dupla Marcela Sinclair y Marina Alessio, que comparten stand de Mite y Galería Casa Proyecto, donde hay “daddy issues”, según comenta con gracia Alessio.
Sinclair interviene fotos que su papá, fotorreportero, tomó en una feria de industria de 1968 allí mismo en La Rural. Mientras que Alessio llevó una parte de su muestra SADAIC, vigente hasta el 31 de octubre en la sede de Florida 910 1B, en el Microcentro, llamada así por la única herencia que la artista recibió de su padre músico.

La naturaleza se manifiesta en su esplendor en la suerte de retrospectiva de la artista y bióloga estadounidense Donna Conlon, Refugios frágiles, protagonista del Video Project. Con una trayectoria de 18 años y una obra en la Colección Malba, Conlon pone en imágenes de altísima resolución escenas ínfimas, desapercibidas de hormigas trasladando mini dólares fuera del hormiguero, del momento exacto en que un colibrí toma vuelo filmado a 1500 cuadros por segundo. Residente en Panamá desde hace 30 años, la artista participa del programa del auditorio.
Curada por Irene Gelfman –al igual que el Video Project– el Special Project presenta Binarios lenguaje secreto, una instalación de Marina de Caro, que recién llegada de París estaba en el espacio, con el apoyo de la galería Ruth Benzacar.

“Me dediqué a la moda y participé de las primeras bienales de Arte Joven, donde me llamaban para hacer desfiles y, en lugar de organizar uno con prendas, hago una piel con la idea del diseño”, cuenta. Además de la serie completa, textiles en blanco y negro, ceñidos al cuerpo y con el punto, la línea, el contraste y el camouflage como elementos principales, el desfile incluía música con textos poéticos y teóricos sobre moda: cuerpo social, geometría de lo sensible, la abstracción. “El desfile nunca se hizo y guardé todo”.

Más tarde, en el estudio de Marcos López realizó las fotografías de época que se exhiben aquí, junto a los textiles en vitrinas y unas gigantografías que recreó en 2023 cuando creyó que había perdido los negativos. “Pero los cuerpos son otros”.
Fotografía más allá
El animado pasillo de la sección NEXT. Fuera de foco, titulada Aquí, siempre y nunca, reúne proyectos nuevos, autogestivos, federales y de los más arriesgados. “Lo pensamos como un semillero para desarrollar artistas, gestar galerías: una plataforma de arte latinoamericano para ayudar al crecimiento de la escena”, define Gelfman. Algunas de las galerías que pasaron por esta sección, que cumple 11 años en BA Photo, ya participaron en las secciones principales de ferias internacionales.
Curada por Joaquín Rodríguez y Carlos Gutiérrez como invitado, la sección reúne galerías subsidiadas por el Banco Hipotecario, sponsor principal del evento que becó a una de ellas, Rusia, de Tucumán. Además, 8 galerías de la feria ofrecen con esta tarjeta hasta 15 cuotas para la compra de obras.

“Este año se amplía el registro de proyectos y artistas, con una mirada más expandida y federal”, confirma Joaquín Rodríguez en la apertura. En muchos casos, agrega, “la fotografía no es la finalidad sino un camino de paso que se transita, muy vinculado al territorio, a la naturaleza y registros más personales”.
Enfrentados en dos stands, dos miradas sobre el cuerpo masculino. Desde Rusia, una mirada del hombre Gustavo Nieto y Sol Marinozzi con su serie About that Time (2022).

Intemperie es un proyecto nómade que organiza muestras en distintos espacios. Gonzalo Maggi, mitad del tiempo en Londres y mitad en Buenos Aires, llamó a la muestra en su stand Pasado mañana, inspirado en una serie de Manuel Fernández (de la galería Quimera), quien usa el collage con un sentido metafórico. Hay obras de Maggi y Daniel Limossi, con una serie realizada en la India, cerca del Himalaya.
Desde San Nicolás, en Almacén de arte dos artistas de diferentes generaciones están conectados a la fotografía analógica: los paisajes de María Paz Secundini y las fotografías de Santiago Estellano del territorio intervenidas con un calado imperceptible con frases audaces.

En el espacio Departamento 112, de Martínez, está la apuesta de Sara Escalante, joven artista nacida en 2001, que lleva más allá la fotografía con un dispositivo que responde de manera contundente si una fotografía puede ser una escultura.
En Rafaela, Santa Fe, Sofía Desuque lleva a un cartel publicitario su fotografía de un paisaje, que luego convierte en papel reciclado. El proyecto Archivo en tránsito incluye la instalación de sitio específico pero además, los fragmentos de papel reciclado, que están a la venta como obra autónoma.

El espacio Gabelich Contemporáneo, Lisandro Arévalo desarrolla un proyecto lúdico con fotos de las vidrieras con cal, y la incontenible tentación de dejar una marca, que se convirtió en una consigna colectiva que recorre Latinoamérica. Proyectos que renuevan la pregunta: ¿De qué se trata la fotografía?
Pinta BA Photo 2025. Pabellón 8, La Rural, Av. Sarmiento 2704. Viernes 17 y sábado 18 desde las 14 hasta las 20.30; domingo 19 hasta las 20. Entradas: $ 7.000.
Con la entrada a Pinta BAphoto, se puede visitar sin costo la muestra Prix Pictet en Fundación Proa, y también las exhibiciones de Fundación Lariviere.
Domingo 19 de octubre 2×1 (únicamente por boletería física y niños menores a 18 años).