
Barcelona
El trabajo de la tuneladora que debe excavar el túnel de la L8 tendrá lugar lógicamente bajo tierra, aunque será bien visible en la superficie. Todo aquel que pase por la Gran Via en las próximas semanas reparará en una gran nave temporal de 15 metros de alto, 16 de ancho y más de 120 de largo que se levantará a la altura de la calle Llançà, muy cerca de plaza Espanya.
En este punto la máquina iniciará el viaje que le llevará a atravesar el Eixample hasta llegar a la plaza Gala Placídia, ya en Gràcia. Tanto la extracción de tierra que saldrán a través del pozo como las dovelas de hormigón que darán forma al túnel quedarán escondidas bajo una suerte de nave industrial, con una grúa para mover el material incluida en su interior. Al fin y al cabo, será como un nuevo edificio temporal de entre cuatro y cinco plantas de altura.

Recreación virtual de la nave acústica planificada en la Gran Via
Generalitat de Catalunya
Las quejas vecinales por la ocupación del parque Joan Miró y de los vecinos de la calle Urgell que han visto gigantescas máquinas a un palmo de su ventana han llevado a la Generalitat a optar por la solución más extrema. En el proyecto inicial estaban previstas medidas correctoras del ruido en esta zona, aunque sin concretar en que consistirían. Una vez se han definido, han sido explicadas a los vecinos este martes en una reunión.
La construcción de una “nave acústica” es una fórmula poco habitual en la obra pública, una vuelta de tuerca más a las pantallas insonorizadoras instaladas en la calle Urgell a la altura de Francesc Macià, el hospital Clínic y Consell de Cent. El material será el mismo pero además de cubrir los laterales, se instalará también un techo y un cerramiento en los extremos, creando así un recinto cerrado cuando empiece a trabajar la tuneladora. Los primeros meses, durante la excavación del pozo, estará parcialmente abierto.
El refuerzo insonorizador permite curarse en salud a los responsables de la obra ya que durante la extracción de tierras la tuneladora estará operativa día y noche, las 24 horas del día. Esto será como mínimo durante un año y medio, si nada se interpone por el trazado de 4 kilómetros que tiene la tuneladora por delante. En el pasado se utilizó un sistema parecido en la construcción de la estación de Ernest Lluch, en la frontera entre Barcelona y l’Hospitalet, aunque de una dimensión mucho más reducida que la escogida para el Eixample.
La novedosa fórmula se levantará este año para que el túnel empiece a excavarse a principios del 2026
Será la actuación más vistosa de la nueva etapa en la que entran los trabajos de prolongación de la L8 de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), la previa a la esperada excavación del túnel. Antes de que llegue la tuneladora y se monte, en el primer trimestre del año que viene, es necesario finalizar la estructura del pozo que actuará como puerta de entrada de la tuneladora, con 90 metros de longitud, 20 de ancho y 22 de profundidad.
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David Guerrero

En ese punto de la Gran Via, casi haciendo esquina con la calle Llançà, delante del auditorio de la ONCE, es donde se levantará la novedosa nave acústica, que empezará a tomar forma este verano y debe estar acabada a finales de año. Para más adelante quedará la definición de cómo será la canalización que transportará la tierra desde el interior de esta nave hasta el parque Joan Miró a través de la calle Llançà.
Inspecciones previas en las viviendas del trazado que recorrerá la tuneladora
En paralelo, se llevará a cabo la inspección técnica de 1.245 viviendas situadas en el lado mar de la Gran Via entre las calles Vilamarí y Viladomat, así como en toda la manzana delimitada por la Gran Via, Viladomat, Borrell y Diputació, donde la tuneladora empezará a hacer la curva para dirigirse a la calle Urgell, que la recorrerá entera hasta Francesc Macià.
Los responsables de la obra se pondrán en contacto con los vecinos, que si dan su visto bueno podrán dejar constancia del estado actual de su vivienda y detectar posibles patologías previas. A medida que vaya avanzando la tuneladora, se irán realizando las correspondientes inspecciones unos pasos por delante, igual que las habituales tareas de auscultación en la calle.