Ángela Molina Romero (41) esperaba la llegada de la formación de la línea B del subterráneo junto a su hija de 14 años. La estación Medrano estaba atestada de personas que desembarcaban en el andén para agolparse en las puertas de ingreso a la maquinaria que anunciaba su llegada.
Pero cuando la mujer, de nacionalidad venezolana, intentó abordar la formación, tras el anuncio sonoro de cierre de puertas, quedó atrapada sin que nadie lo advirtiera. El pie le quedó entre el andén y la formación por lo que fue arrastrada una vez que partió el subte. Tras el incidente, fue trasladada de urgencia al Hospital Durand donde, por la gravedad de las heridas, se le realizó la amputación de su pierna derecha.
Desde el Ministerio de Salud de Ciudad le confirmaron a Clarín que, tras 5 días de internación en terapia intensiva, ayer fue derivada a la unidad de traumatología para seguir con el tratamiento correspondiente. “Clínicamente se encuentra estable y deberá seguir internada por precaución. También interviene un equipo multidisciplinario, entre ellos uno de salud mental”.
No obstante, según pudo saber este medio, su cuadro se agudizó en las últimas horas: está cursando una infección por la pérdida del miembro inferior y sus familiares están evaluando la posibilidad de trasladarla a otra clínica.
El incidente ocurrió el jueves pasado cerca de las 8.20 de la mañana en la estación Medrano de la línea B. En declaraciones al medio La Patilla, de Venezuela, un familiar de la víctima relató que el maquinista arrancó a pesar de los gritos de la mujer. «El operador arrancó y por más gritos que hizo no le prestó atención o no la escuchó y ella quedó guindada (expresión venezolana para ‘colgada’)», dijo.

La investigación
La causa está en pleno proceso de investigación, bajo el Sumario Nro. 217476/25, y se están recopilando todas las pruebas necesarias. En diálogo con Clarín, Guido Karp, el representante legal de Molina, ratificó: “Todavía es prematuro para empezar a dilucidar la situación. Ya tomamos vista del expediente y en los próximos días nos presentaremos como particular damnificado”.
Y aseguró: “Vamos a llegar hasta las últimas consecuencias. Porque detrás de cada víctima hay una familia, una vida truncada, y una sociedad que merece justicia”.
En la causa interviene la Fiscalía de Primera Instancia en lo Penal, Contravencional y de Faltas Nro.25, a cargo de Maragliano y De Zan Magdalena.
Karp también evaluó que las pruebas periciales, entre otras, serán de vital importancia para dilucidar la cuestión. Según los testimonios recolectados, menciona que cuando Molina fue arrastrada por la maquinaria, comenzó a rodar y a golpearse por el andén e intentó cubrirse la cabeza, pero al llegar al final del túnel, cayó entre la formación y el andén lo que produjo la pérdida de su miembro inferior.
¿Por qué no se activaron los mecanismos de seguridad que impiden el movimiento del subte? “Será materia de investigación. En un principio, en base a los testimonios recolectados, considero que la empresa no efectuó los protocolos necesarios para garantizar la seguridad de mi representada y de los pasajeros en general. Hay una cuestión de impericia por parte de la compañía», analizó ante la consulta de este medio.
Por su parte, Emova, empresa que se encarga de la concesión de la red de subtes, indicó en un comunicado al que accedió este medio, que a raíz del episodio «se activaron los protocolos correspondientes, donde intervino para su asistencia, personal de Emova, bomberos y luego el SAME«.
«Las autoridades a cargo de la investigación del hecho están llevando a cabo el análisis correspondiente», concluyó el comunicado difundido a la prensa.
«No hubo manera de detener el subte»
Molina es de La Guaira, una ciudad ubicada en el centro-norte de Venezuela a 30 kilómetros de la capital, Caracas. Se instaló en Buenos Aires desde hace 7 años. Vive en Villa Crespo. Es contadora, título que obtuvo en su país natal. Se instaló en Argentina desde hace 7 años.
Gregorio, marido de la víctima, señaló que no se activaron mecanismos de seguridad que impiden el movimiento del subte. “No hubo manera de detenerlo”, explicó.
Y describió cómo fueron los instantes previos al accidente: “Mi hija logró entrar al vagón, pero ella no pudo pasar. Se quedó medio atrapada con las puertas y el subte arrancó igualmente. La arrastró. La pierna quedó entre el andén y el tren y se le rompió completa”.

BPO