Seguramente se lo estarán preguntando al ver el titular y, sí, las famosas discotecas de la Barceloneta siguen abiertas.
Si bien es cierto que su vecino Port Olímpic cambió de cara gracias a una efectiva reforma y el muelle de Mestral, donde antes había terrazas y locales nocturnos, ahora es una amplia plaza, el Paseo Marítimo de la Barceloneta sigue contando con varias salas que continúan siendo epicentros de la Barcelona nocturna.
Si uno quiere llegar al lugar por todo lo alto, la mejor forma es por la calle de la Marina, con un horizonte prometedor con la Torre Mapfre y el Hotel Arts, y, además, en la que gracias a la zona verde y a los sitios de carga y descarga se aparca con relativa facilidad.

Exterior del Casino de Barcelona, con algunos de los que luego intentarán entrar en alguna discoteca de la zona
Pol Cartie/Shooting
Es justo debajo del lujoso hotel donde se encuentra la primera parada de muchos: el Casino de Barcelona. Principalmente hombres, muchos extranjeros, forman la larga cola para acceder al local, vigilada por varias patrullas policiales. Un escaparate en el que se ven simuladores de Fórmula 1 también hace de reclamo. Y, horas más tarde, aquellos que salen de ahí más ricos o los que se quieren olvidar de lo que han perdido saben adónde ir: al tridente de discotecas ubicadas solo unos metros más adelante.
Servidor no se esperaba la cantidad de gente que hizo cola para entrar en Pacha, Shôko y Opium el primer viernes de agosto. Ante tanta afluencia, fueron varios los hombres que intentaron vender mecheros, pulseras y rosas a los turistas, el público mayoritario.

La terraza de Shôko, a los pies de la playa del Somorrostro, y su entrada y la de Pacha en la parte superior
Pol Cartié/Shooting
Estas tres discotecas tienen un horario parecido, pues abren a la medianoche y cierran entre las cinco y las seis, pero sus propuestas son distintas. Pacha tuvo la cola más larga, aunque las tres son un éxito. Y un consejo: compren entradas anticipadas si quieren asegurarse entrar en las salas. Los desorbitados precios de las mesas VIP ya son otro tema.
Cada local cuenta con terrazas que dan a la playa del Somorrostro, ocupada durante la madrugada por manteros, jóvenes que hacen la previa bebiendo unas botellas que luego no recogerán e incluso algunos que juegan a pelota. Y de fondo, varios barcos esperan para acceder al puerto.
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El casino y locales como Latin Palace, The Mood y Carpe Diem también tienen su público
Ante unas colas tan largas no es de extrañar que muchos perdieran la paciencia. Lo positivo es que locales como Latin Palace, The Mood y Carpe Diem, también en la zona, son una buena alternativa y recibieron amablemente parte de esta clientela que se resignó a volver a casa.
Por su parte, los que han encontrado una mina de oro por los alrededores son los taxis, con un trasiego que dura toda la noche. Y la mejor noticia para ellos es que, en vez de estar cerradas, la Barceloneta y sus famosas discotecas abren todos los días del año.