El Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad de Buenos Aires tiene un servicio de salud, Sistema Médico Consejo (Simeco), cuyos socios recibieron en los últimos días la carta de aviso del aumento de octubre, que será del 4 por ciento. El índice duplica al promedio de los ajustes anunciados por el resto de las prepagas.
El servicio médico de Simeco tiene sus prestaciones tercerizadas desde 2018 por un acuerdo corporativo con Swiss Medical. Los afiliados que enviaron su inquietud a la redacción de Clarín y estallaron de malhumor -lo que se reprodujo también en redes sociales-, no comprenden por qué Simeco aplicará el 4 por ciento el mes próximo si la segunda prepaga más grande del país comunicó el 1,9 por ciento para sus afiliados directos o desregulados.
Cómo adelantó Clarín, la mayoría de las prepagas anunció para octubre subas acordes al último dato de inflación, que fue precisamente del 1,9 por ciento. Unas pocas empresas decidieron desmarcarse de esa pauta para aplicar incrementos que trepan hasta el 2,4 por ciento, aunque siempre lejos del 4 por ciento de Simeco.
Clarín intentó comunicarse con las autoridades del Consejo para que explicaran el motivo del desfase entre incrementos, pero no respondieron. Fuentes del sector de las prepagas deslizaron que, a pesar de dicha diferencia, los afiliados de Simeco todavía estarían pagando cuotas nominalmente inferiores a las que abonan los socios directos de Swiss Medical.
Los afiliados que se comunicaron con este medio recordaron que los aumentos por encima del promedio de Simeco se vienen repitiendo en los últimos meses, aunque el incremento dispuesto para octubre fue el más notorio de la serie y el que alteró los ánimos más de la cuenta. ¿Por qué Simeco aumenta el 4 por ciento?, es la pregunta que repiten. La carta de aviso de la suba, a la que tuvo acceso Clarín, no lo explica.
Simeco, creada hace cuatro décadas, abarca hoy -según el último dato publicado por el Consejo- 18.242 cápitas, cuyo promedio de edad es de 47 años. Según se describe en el documento “Memoria y estados contables”, “desde hace muchos años Simeco viene siendo una actividad muy deficitaria en el presupuesto del Consejo, y la existencia de un contrato de servicios asistenciales con un único y exclusivo prestador ha generado una gran distorsión”.
El 36 por ciento del déficit total del Consejo se atribuye a Simeco: “Por el ejercicio cerrado al 30 de junio de 2024, los estados contables arrojan un déficit económico de $ 3.962.855.716, calculados a valores en moneda homogénea de dicha fecha. La composición de dicho déficit permite advertir que la suma de $ 1.447.675.964 corresponde al desequilibrio generado por el mantenimiento del Consejo Salud, incluyendo casi en su totalidad el sistema médico (Simeco)”.
Reciente cambio de autoridades
Casa de profesionales de las ciencias económicas, el Consejo alberga a 70 mil matriculados que en este contexto parecen herreros con cuchillo de palo. La entidad renovó autoridades a mediados de año y ganó la presidencia el contador público Gustavo Diez. El problema de Simeco fue eje temático de la campaña en la que participaron otras agrupaciones lideradas por Franco Spotorno, Roberto Destéfano y Eric Rosenberg. Clarín buscó sus testimonios.
Rosenberg respondió la consulta y señaló lo que cree es uno de los problemas clave de Simeco: “Al déficit acumulado hay que sumarle el envejecimiento de su población, porque hoy no está permitido que ingresen al padrón nuevos afiliados. Eso impide que haya una renovación con gente joven”. El argumento alude a que para las prepagas el público de menor edad, que aporta su cuota y usa poco el servicio, es el combustible que sostiene un balance equilibrado.

Rosenberg sumó una propuesta que a su criterio podría reducir el impacto del aumento de las cuotas. “Habría que hacer una segmentación de los afiliados en función de su vulnerabilidad y de lo que pueden pagar, de manera que los aumentos mensuales tengan un diferencial en base a esa lógica”.
En su último informe de gestión, las autoridades del Consejo explicaron que Simeco, en el período 2019-2024, generó un déficit acumulado de unos 19.500 millones de pesos. Y agregaron: “Trabajamos sobre el contrato con Swiss Medical Group y sin afectar a los socios de Simeco logramos reducir el monto de lo que debíamos abonar mensualmente, habiendo logrado una mejora de aproximadamente 24.400 millones de pesos desde 2019 hasta la actualidad. Monto que seguirá creciendo con el correr de los meses”.
Simeco integró el grupo de prepagas que tras el juicio que promovió la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) el año pasado, por los aumentos fijados por encima de la inflación, debió hacer devoluciones en doce pagos a sus afiliados. Ahora las cuotas están liberadas, aunque la SSS supervisa en general que los ajustes no sean excesivos. En cuanto a la situación que en este momento preocupa particularmente a los afiliados de Simeco, desde el Gobierno no hicieron comentarios.
En las conversaciones con afiliados de Simeco lo que se observa es una mezcla de bronca, impotencia y resignación. Las primeras dos sensaciones obedecen a los sucesivos incrementos superiores a la media del sector. La tercera, a que muchos de los beneficiarios, al ser adultos mayores, se sienten rehenes sin chance de cambiar de prepaga. Incluso temen que de no aceptar los ajustes tal como vienen barajados la situación derive en algo peor: un traspaso a un servicio de menor calidad al que acceden hoy.
PS