Mundialmente famosa por sus glaciares y fauna, la Patagonia se consolida como una región vitivinícola vibrante, diversa y en constante expansión. Más allá de su imagen de territorio frío y árido, el sur argentino revela tres subzonas únicas: Patagonia Norte, Andina y Extrema, cada una con una identidad propia que está transformando el mapa del vino argentino.
Patagonia Norte: La Puerta de entrada
Con epicentro en el Alto Valle de Río Negro y San Patricio del Chañar en Neuquén, esta subregión es la más consolidada en términos productivos y comerciales. Aquí nacieron proyectos pioneros como Humberto Canale, Bodega Patritti, Bodega Familia Shoerder y Bodega del Fin del Mundo, que marcaron el camino para la vitivinicultura patagónica.
Los vinos de Neuquén destacan por su intensa concentración de color, expresividad frutal y estructura robusta, con variedades como Malbec, Cabernet Sauvignon, Merlot, Pinot Noir y Chardonnay brillando en el escenario. Juliana Del Águila Eurnekian, presidenta de Bodega del Fin del Mundo, explica: “La latitud es clave. No necesitamos altitud para lograr amplitud térmica, y el viento constante genera uvas con pieles gruesas y alta concentración de polifenoles”.
En Río Negro, los viñedos varían desde los 370 msnm en el oeste hasta los 4 metros cerca del Atlántico. Los blancos de Riesling y Semillón muestran una distintiva mineralidad, mientras que los tintos de Malbec, Merlot y Pinot Noir reflejan una identidad única. Horacio Bibiloni, enólogo jefe de Bodega Humberto Canale, destaca la diversidad de suelos: “Desde arcilla en la media barda hasta suelos franco-arenosos y más arenosos en la media costa, una misma variedad se expresa de formas distintas”.
Patagonia Andina: Vinos entre montañas
La Comarca Andina, que abarca tres localidades en Río Negro y nueve en Chubut, es hogar del Corredor Enoturístico del Paralelo 42°. Este proyecto tuvo su origen en 1998 con Patagonian Wines, la primera bodega en establecerse en El Hoyo, impulsada por Bernardo Weinert y el enólogo Darío González Maldonado.
En Trevelin, Chubut, el clima frío desafía a los viticultores, pero también define sus vinos. Sofía Elena, enóloga de Bodega Contra Corriente, explica: “Las heladas y la baja acumulación térmica son retos, pero nos permiten obtener vinos frescos, con acidez marcada y perfiles sutiles”. En 2020, Trevelin fue reconocida como la primera Indicación Geográfica (IG) de Chubut, gracias al trabajo de proyectos como Casa Yagüe, liderado por Marcelo Yagüe y Patricia Ferrari.
Las variedades de ciclo corto, como Pinot Noir, Gewürztraminer y blancos, se adaptan mejor a este entorno, con resultados particularmente destacados en Gewürztraminer.
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Patagonia Extrema: Al límite del mapa
En Sarmiento, Chubut, el proyecto Otronia marca el límite austral de la vitivinicultura argentina. Juan Pablo Murgia, gerente de enología de Grupo Avinea, describe el desafío: “Es uno de los viñedos más fríos del mundo. Esto aporta acidez natural, fineza y una expresión singular”. Los suelos de arena, arcilla y rocas aluviales, combinados con una exposición solar intensa, pero breve y vientos constantes, generan uvas con pieles gruesas que potencian la concentración y estructura de los vinos.
Hace apenas 16 años, no había viñedos en esta zona. Hoy, Otronia representa el 50% de la superficie plantada en Chubut, con Pinot Noir y Chardonnay como variedades estrella que capturan la esencia del terroir.
Una región, múltiples voces
Con 3.732 hectáreas cultivadas en 395 viñedos (datos de 2022), la Patagonia representa el 1,8% de la superficie vitivinícola nacional, pero su crecimiento del 3,4% entre 2013 y 2022 contrasta con la disminución del 7,4% en el total del país. Sus viñedos, con un promedio de 9,4 hectáreas, superan la media nacional de 9,0 ha, reflejando su potencial.
Desde las etiquetas consolidadas de Neuquén y Río Negro hasta los proyectos emergentes de Chubut, la Patagonia se posiciona como una región clave para el futuro del vino argentino. Con su diversidad de suelos, climas y estilos, esta tierra de extremos está escribiendo una nueva página en la historia vitivinícola del país.
Fuente: Wines of Argentina