En el 2024 se movilizaron $1.450 mil millones en Córdoba para el financiamiento de la producción primaria, actividad que representa el 26% del dinero concedido como préstamo dentro de la provincia.
De ese dinero, el 82,5%, es decir $1.193 mil millones, tuvo como destino los cultivos y servicios agrícolas.
En particular, los cultivos agrícolas recibieron $780 mil millones de pesos en créditos, donde la mayor participación la tuvieron los cereales, oleaginosas y forrajeras. En segundo lugar, se posicionaron los cultivos industriales con $277 mil millones y en tercer puesto los servicios agrícolas con $132 mil millones. Finalmente, la producción de semillas y otras formas de propagación de cultivos agrícolas recibieron $4 mil millones en préstamos.
La cría de animales y servicios pecuarios, excepto los veterinarios, se estableció como la segunda actividad con el 15,7% de participación en la producción primaria. Finalmente, con una intervención del 1,8%, la explotación de minas y canteras.
Los datos surgen de un informe elaborado por la Bolsa de Cereales de Córdoba y que muestra además el bajo peso del financiamiento en la Argentina frente a otros países de la región y especialmente en el promedio mundial.
“Los préstamos al sector privado en Argentina representan el 9% del PBI, configurándose el valor más bajo en América del Sur. Las personas físicas en relación de dependencia laboral son las principales receptoras de los créditos, mientras que la actividad primaria se posiciona en cuarto puesto”, explicó el trabajo de la bolsa cordobesa.
Puntualmente, en 2024 se movilizaron $10.791 miles de millones a nivel nacional entre el sector de agricultura, ganadería, caza y silvicultura y el sector de elaboración de productos alimenticios y bebidas, que representó el 16% del dinero prestado a nivel nacional.
Córdoba representó el 17% de los préstamos que se destinaron a la agroindustria, posicionándose como la tercera provincia en orden de importancia.
El trabajo destaca que “un sistema financiero sano permite canalizar los ahorros hacia préstamos que generan crecimiento en el sector productivo y la actividad comercial, potenciando la economía. Para medir la importancia relativa del sistema bancario, se puede realizar el cociente entre préstamos (en este caso los destinados al sector privado) y el Producto Bruto Interno (PBI). En contraste con países como Estados Unidos, Suiza, Japón y China, cuyos ratios rondan el 175% del PBI, los países de América del Sur promedian el 52% del PBI, siendo Argentina el país con el menor valor: 9,5%”, detalló la Bolsa de Cereales de Córdoba.
Y agrega que el hecho de que Argentina presente un bajo ratio préstamos/PBI se debe al hecho de que los bancos preferían prestarle al Estado en lugar del sector privado, ya que otorgaba una tasa libre de riesgos superior a la que podían obtener si las entidades financieras prestaban a los agentes privados.
“Sin embargo, en el último año, esta tendencia parece revertirse debido a la política gubernamental de lograr un superávit fiscal con su consecuente disminución de necesidad de financiamiento. De esta manera, los bancos deben buscar aumentar la cantidad de préstamos al sector privado para asegurar su rentabilidad”, indicó.
También explica que otra de las razones que desalientan el crecimiento del financiamiento es la carga de impuestos distorsivos que hay sobre la actividad crediticia que terminan encareciendo el costo de otorgamiento, por lo que los bancos trasladan ese costo a los tomadores de préstamos. Algunos de los gravámenes son impuestos al valor agregado (IVA), impuesto a los débitos y créditos bancarios (IDCB), impuesto provincial de sellos (IS), impuesto provincial sobre los ingresos brutos (IIBB) y, dependiendo de cada municipio, una tasa por inspección de seguridad e higiene (TISH).
“Como se mencionó anteriormente, el crédito bancario al sector privado en Argentina es pequeño ya que, en promedio, los prestamos representan el 9% del producto bruto interno, con máximos de 12,3% en agosto y septiembre de 2013 y mínimos de participación del 4% en abril de 2024. Dicho mes, marca el inicio de una fase de recuperación de la participación de los préstamos en el PBI, que alcanzó el 7,5% en febrero de 2025, acumulando así diez meses de crecimiento”, enfatizó la Bolsa.
Al separar los préstamos de entidades financieras según actividad económica, en promedio, las personas físicas en relación de dependencia laboral son las principales receptoras con el 28% de participación en el total, seguido por los servicios con el 26% y la industria manufacturera con el 17% de intervención. La actividad primaria se ubica en cuarto lugar con el 11% de participación promedio. El resto de las actividades participan menos de un 10%, como el comercio (9%), la construcción (3%), el sector electricidad, gas y agua (2%) y otros (4%). “Lo anterior implica que el principal destino de los créditos es para consumo y no para actividades productivas”, cierra el informe.