La tarde en Salta dio un giro inesperado cuando la lluvia comenz a caer en pleno triduo del Seor y la Virgen del Milagro. Miles de fieles que se encontraban en las inmediaciones de la Catedral y en las distintas actividades religiosas tuvieron que abrir paraguas, cubrirse con mantas o buscar refugio.
Si bien las precipitaciones fueron recibidas con sorpresa, muchos creyentes las interpretaron como «una bendicin del cielo» en medio de la fiesta religiosa ms convocante de la provincia.
La procesin central, prevista para el lunes, se mantiene sin cambios en el cronograma, aunque las autoridades recomendaron a peregrinos y vecinos llevar abrigo y proteccin para eventuales lluvias aisladas durante los das que restan del triduo.