El Boeing 777X, concebido para dominar el segmento de bimotores de largo recorrido, se convirtió en un lastre para el gigante aeroespacial estadounidense. Este miércoles, después de volver a aplazar la entrega del nuevo modelo, la compañía informó sus resultados financieros del tercer trimestre, con unas pérdidas superiores a los 5.000 millones de dólares. Ya pasaron siete años del vuelo inaugural, pero fallas técnicas y dos tragedias aéreas insisten en que el Boeing 777X sea un agujero negro para la empresa.
El rojo del tercer trimestre alcanza los 5.339 millones de dólares, en parte debido a un cargo monumental de 4.900 millones de dólares. Ese número está ligado directamente al proyecto 777X y los ajustes obligatorios en las fechas de certificación del modelo. Su entrada en servicio estaba previsto inicialmente para 2020, pero recién en enero de ese año se hizo el vuelo de inauguración y su llegada a la aeronavegación comercial recién se aplicaría en 2027, según informó Bloomberg a inicios de mes.
El reporte financiero entregado este miércoles, es el elemento más novedoso y dramático, ya que cuantifica el costo real de un retraso que, si bien era conocido, superó las peores estimaciones del mercado.
Los analistas habían calculado previamente que el nuevo retraso en el programa podría obligar a Boeing a contabilizar un cargo de entre 2.500 y 4.000 millones de dólares.
Boeing, en tanto, dijo a comienzos de mes que no podía hacer comentarios debido al período de silencio previo a la publicación de sus resultados del tercer trimestre. Ahora, con los números oficializados, se sabe que los cargos treparon a los 4.900 millones.
Boeing volvió a reportar un preocupante rojo en el tercer trimestre de 2025. Foto Reuters
Tragedia, muerte y un lanzamiento que no llega
La nueva alteración en el calendario del 777X se suma a una serie de demoras anteriores que estiraron la fecha de entrada de servicio: estaba prevista originalmente para 2020, pero la nueva meta es 2027.
En realidad, la última extensión del plazo fue notificada por Bloomberg, citando fuentes cercanas al caso. Además, señaló que aerolíneas clave como la alemana Lufthansa (que espera recibir el primer avión) ya habían comenzado los preparativos para retirar el modelo de su programación de vuelos hasta 2027.
La dirección del fabricante había intentado mantener la confianza en que la certificación y las entregas comenzarían en 2026. Sin embargo, el director ejecutivo de Boeing, Kelly Ortberg—quien asumió el cargo en agosto de 2024 para reencauzar la empresa—, ya había admitido públicamente «algo de retraso en la certificación» durante una conferencia financiera el 11 de septiembre. Ortberg reconoció entonces que había «mucho trabajo por hacer» para obtener la aprobación final del regulador de aviación estadounidense (FAA).
Las fuentes de la crisis del 777X son múltiples, abarcando problemas técnicos en la cadena de suministro y continuos obstáculos en el proceso de certificación con la FAA. Incluso las pruebas de certificación tuvieron que ser suspendidas por varias semanas en agosto de 2024 tras detectarse una pieza defectuosa.
La crisis del 777X no es un evento aislado, sino que se suma a años de dificultades para Boeing, que sigue lidiando con fallas técnicas después de dos accidentes mortales.
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Un avión con 181 personas a bordo se estrelló en el aeropuerto de Muan, en la provincia surcoreana de Jeolla del Sur, luego de salirse de la pista e impactar contra un vallado. Oficialmente, hasta el momento, se confirmaron 177 muertos, mientras continúan las tareas de los socorristas en la zona. Al menos un pasajero y un miembro de la tripulación fueron rescatados.
El primero ocurrió el 29 de diciembre de 2024, cuando un Boeing 737-800 de Jeju Air sufrió un aterrizaje sin tren de aterrizaje desplegado tras una complicada maniobra de «go-around”» en Corea del Sur. La aeronave se pasó de pista y chocó con un muro de cemento. Murieron 179 de las 181 personas a bordo.
Seis meses más tarde, el 12 de junio pasado, un Boeing 787-8 Dreamliner de Air India con destino a Londres se estrelló momentos después del despegue en Ahmedabad. Murieron 241 de los 242 ocupantes, además de cobrarse víctimas en tierra. Fue el primer accidente de ese modelo.
A esas tragedias se suman los trastornos de la pandemia de Covid-19 y recientes huelgas de trabajadores.
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Accidente del avión de Air India que se estrelló poco después de despegar, con rumbo a Londres
El 777X, un agujero negro en medio de la recuperación
El cargo de 4.900 millones de dólares es particularmente doloroso porque se produce en un momento en que otras divisiones de Boeing parecían estar recuperando el ritmo.
El máximo ejecutivo, Kelly Ortberg, aunque reconoció que el retraso del 777X es un «contratiempo,» insistió en que el avión sigue mostrando «buenos resultados en las pruebas de vuelo». De hecho, señaló que el programa de pruebas ya cuenta con cinco aviones realizando «numerosos vuelos,» y que «no ha habido nuevos problemas técnicos».
Más allá del 777X, la compañía logró varios hitos en su proceso de «recuperación». Los ingresos totales del trimestre ascendieron a 23.270 millones de dólares, lo que implica un notable incremento interanual del 30%. Este aumento se atribuyó a un mejor comportamiento operativo y a un mayor volumen de entrega de aviones comerciales, que alcanzó un total de 160 unidades, la cifra más alta registrada desde 2018.
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Boeing presenta su nuevo 777x
Además, Boeing consiguió alcanzar un flujo de caja positivo y llegó a un acuerdo con el regulador estadounidense para incrementar la producción mensual de su modelo 737, pasando de 38 a 42 unidades. La división comercial reportó ingresos de 11.00 millones, impulsados por 161 pedidos netos, mientras que la división de defensa, espacio y seguridad facturó 6.902 millones gracias a contratos gubernamentales.
Incluso con el cargo masivo del 777X, las pérdidas netas de 5.339 millones de dólares en el tercer trimestre de 2025 fueron un 14% menores en comparación con el mismo tramo de 2024, cuando la compañía reportó pérdidas de 6.174 millones de dólares.
A pesar de estos datos positivos en otras áreas, el mercado reaccionó al «rojo» y al cargo del 777X con pesimismo. Tras el anuncio de los resultados, las acciones de Boeing cayeron alrededor del 5%, un revés significativo a pesar de que su valor había remontado un 20% desde el inicio del año.





