Hambre de gol y de gloria, orfebres del fervor y jugadoras que son la historia viviente del fútbol femenino, del despegue que se llamó Profesional y en verdad sabe a torneo semi profesional. El sábado se vio el primer juego 2025 en la ciudad por la Liga Femenina de AFA. Un punto para Gimnasia que ante Racing se torna brillante en la galaxia de las muchachas que terminaron alto el año anterior: dos subcampeonatos en Avellaneda.
Los 38 grados no fueron nada por toda la motivación, aunque algún chiste de vestuario habrá surgido: «está tan cómodo acá… el sol no castiga, ¿salimos a jugar?». Afuera, las caras de los espectadores eran un plato, cuando más de uno resoplaba ante la orden de un portero que obligaba a pegar todo el giro al Estadio «Juan C. Zerillo»: “No es por acá, busque el sector H, ahí le cobrarán la entrada”. Se habían presentado a la puerta de socios, pero ahí pasaban los que tenían día de pileta. Es que el día era realmente para el chapuzón. Afuera, sin vallado, ni presencial policial, pero siguieron a las pibas en ese dulce infierno que concita amistades y familiares, jugadoras de otros niveles (¡Qué lindos equipos hay en Liga Amateur Platense!) Pero los clubes grandes tienen otra connotación, y por eso estuvo en el Bosque Diego Milito (el nuevo presidente de Racing) y el «Chino» Sebastián Saja, ubicados en la platea techada que permitía solo a las jugadoras que son parte del plantel (38 en total; la mitad firma la planilla).
Mezcla de géneros en el banco. La conducción del femenino de Racing con Héctor Bracamonte (ex delantero, el Bracagol) y la manija gimnasista con Silvana Villalobos, quien suele ponerse más «Colorada» cuando algo no anda es justo. Es una de las mujeres DT, solo cinco, que lleva la bandera feminista con la dignidad del trabajo y otros derechos, cuando el «mantra» que suena en el ambiente es que «los jugadores formados en un fútbol de elite masculino pueden estar más capacitados» para enseñar mejor que ellas». Solo Boca, Banfield, Rosario Central, Belgrano y Gimnasia apuestan a mujeres.
BANDERAS EN EL ALMA
No había bombos ni clarinetes, no estaban los chalecos de UTEDYC como en cada evento multitudinario, sino un par de caballeros que en su colaboración ad honorem por las pibas se apostaron en una silla y mesita al aire libre para vender tickets a una módica suma: Socios 2000 pesos, No socios 3000 y menores de 10 años, gratis.
Una bandera albiazul daba el apoyo a las Lobas, Filial 3 de Junio – Zona Sur. Convivían los gritos en la misma Platea Néstor Basile (la H) tanto de locales como de visitantes. La fecha, en las calles, tenía una lucha en favor de la comunidad LGTBT+ y en contra de Milei, y una crack de Gimnasia sale con una bandera que adhiere a la Marcha Federal Antifascista.
El juego es parejo, más lento y menos violento que el de hombres que juegan por intereses y sumas descontroladas del mercado. El nivel técnico de Racing sabe a experiencia. Adriana Sachs, edad 31, y hace seis años, ya tenía «cartel»; de ella, como de tantas, hablaba en las aulas universitarias de la UNLP la docente Julieta Sampaoli, ex jugadora de San Martín de Los Hornos.
Los cuerpos de las once Lobiitas son más diminutas, comparados a cierta robustez en la presencia de las titulares Académicas. Sin embargo, le salen los colmillos para suplir cierta diferencia ante las candidatas. Bajaron con vehemencia a quien no debía avanzar tanto con el balón, la 30 que ama el dribbling y el zigzag nos lleva a pensar en futuro de Selección en un Mundial: Agostina Holzheier. Entrerriana, 21 años, con pasado en River y Gremio, no caía al césped simulando un chapuzón de pileta… La bajaron con fauls tácticos.
El clima de cancha incluye dos banderas de La Academia a las que le pedí la palabra. Vinieron desde Marcos Paz, papá Luciano colabora con Racing en captación de talentos, pero la principal crack está en su corazón y es la hija de diez años, que se mete y me “gana” para el resto de mis días: Alma Bagnatti cuenta que con Sindy Ramírez «tuvimos conexión hace un año”, refiriéndose a la uruguaya 10 del Primer Grande. “Entré a la cancha de Independiente y me abracé a Sindy” relata con su vocecita. Además, el pasado 21 de enero los Bagnatti, adictos a Racing, cumplieron otro sueño: pasaron a saludar a Sindy por su cumpleaños 34, en su casa de Lanús.
Otra mujer del grupo lleva puesta la camiseta original con el apellido impreso (Ramírez), fruto de un regalo por la cercanía natural que se da entre las deportistas y las y los que las siguen y alientan. Para el periodista también es accesible, pero con la condición de autorizar la entrevista con la secretaría de prensa.
“¡Espaldaaa!”, repite a los gritos la arquera de Racing y se escucha hasta la mitad de la cancha. “Bien petisa… bien” levanta la voz muy orgullosa una señora de unos setenta años cuando la número 30 del Tripa toma el esférico.
En media hora Antonella Alvarez, autoridad del encuentro, indica que se frena para hidratarse. A esa hora la piscina del Club estaba copada, con una anécdota de verano: un grupo varonil con mallas y chancletas dejaron el descanso por este vicio, alentando al equipo desde una ochava.
Se iba el primer acto con imagenes de lamentos. La rubia Bueno, 9 albiceleste, tuvo la más clara cuando sin arquera y en el área chica calzó la pelota muy abajo y se le fue tan arriba. Uhhhh…
Los postes no ayudaron a dos delanteras, una del Lobo y otra de Racing, con dos remates que impactaron con el sonido del caño.
Transpiró más de lo esperado la 1 mens sana Sofía Olivera.
Arrancaba el segundo tiempo y va a ser de charla. A una butaca del lado de mi brazo izquierdo un cordobés, que resulta el papá de la 7 local, debutante, de ésta generación de jovenes que domina los toques en Instagram y acumula likes y seguidores. Pilar Casas, ex Belgrano, fue amonestada y salió reemplazada cuando había entrado en una amable charla con su progenitor. “Se vino a La Plata y rompió la zona de confort», se enorgulleció don Martín Casas.
Una butaca a la derecha, otro papá, absorto en cada detalle, lo desconcentro y se abre una charla de emociones y reflexiones. Es que Maximiliano Altavista fue un árbitro histórico de La Plata que aprendió de Vigliano, llegó al Nacional B como asistente, es docente y progenitor de trillizos, todos presentes en el Bosque, alentando al equipo de Milagros Altavista, ex Gimnasia, y hace un año de esta Academia que la cautiva. Altavista tiene una historia archiconocida en la ciudad. ¡Fue el Batman Solidario!
Los dos equipos fueron camino al empate, con sobresaltos: quedaron con diez jugadoras, por expulsiones de Serena Rodríguez (frenó el cara a cara que iba derecho al gol, de Paulina Tévez) y roja para Sharon Sarasúa.
Las segundas (Racing) contra las quintas (Gimnasia) del Clausura tuvieron una última jugada que ilustra el nivel. Sindy Ramírez se paró y sacó un tiro libre fantástico, que vio volar a Sofía Olivera y asegurar la bola en plena estirada, sin perderla de su control de manos. Si fuera fotógrafo y estuviera en cancha, hubiera hecho una producción en ese arco del Bosque dándose la mano. Un canto al fútbol, al femenino. Fue en el minuto 47 del segundo tiempo. Ya la sombra había cubierto el campo y el sol no quemaba. Empataron.
A la misma hora Newell’s superaba a Boca 1 a 0 en la última bola. Además de romper prejuicios, le rompieron una racha a las azul y oro en Casa Amarilla. La nota del diario La Capital de Rosario es por demás elocuente. “Además de ser de visitante y en los últimos instantes, valió más porque fue ante el club más campeón entre las mujeres argentinas: Boca. Y la última vez que “Las Gladiadoras” perdieron de locales había sido en abril de 2019.