A cinco años del inicio de la investigación, la justicia federal de Catamarca resolvió elevar a juicio, tal como lo requerían dos fiscales, la causa por la mega estafa con criptomonedas de la empresa Adhemar Capital, en la que hay doce imputados, entre ellos el creador de la compañía Edgar Adhemar Bacchiani, un influencer que se hacía llamar «Trader God» en sus redes sociales.
El juez federal Miguel Ángel Contreras dio por terminada en la última semana la etapa investigativa y firmó la resolución de elevación a juicio oral y público contra doce imputados por los delitos de estafa, asociación ilícita, intermediación financiera no autorizada y lavado de activos.
Edgar Adhemar Bacchiani, fundador de la organización financiera investigada por supuesta estafa piramidal. Foto FacebookEsa lista de acusados, que encabeza Bacchiani, tendrá que responder a todas esas acusaciones ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Catamarca, que a su vez deberá resolver en qué fecha citará a las partes para dar inicio al debate.
Fuentes judiciales dijeron que el voluminoso expediente de más de 25 mil fojas en la instrucción no tiene precedentes en la región dado que Catamarca concentró la causa con denuncias que llegaron desde Buenos Aires, Córdoba, La Rioja y Tucumán, al punto que un solo abogado contenía las querellas de 400 damnificados. Solo el auto de elevación a juicio constaba de más de 900 fojas.
A tal punto llegó la cantidad de querellas que el abogado tucumano que patrocinó a la mayoría de los denunciantes, Alfredo Aydar, dijo en una entrevista con Clarín en 2022 que “comparado con Bacchiani, Cositorto es Heidi”.
La actividad de la financiera del trader catamarqueño que se expandió a varias provincias fue descripta en una resolución de la Cámara Federal de Tucumán como una sociedad de responsabilidad limitada «cuya conducta estaba direccionada a la captación de dinero en pesos, pero principalmente divisas (dólares estadounidenses) para operar en el campo de las “criptomonedas” bajo la propuesta de obtener una renta mensual previamente establecida».
Con esa base surgieron múltiples planteos en la justicia que quedaron concentrados en la jurisdicción federal de Catamarca, donde en julio último los fiscales federales Rafael Vehils Ruiz y María Delicia Correa, ya habían pedido que fuera enviado a juicio.
Juez federal de Catamarca Miguel Ángel ContrerasEn su resolución para elevar a juicio la causa, el juez Contreras advirtió que se trata de «una de las causas judiciales de mayor complejidad de la historia de la región, considerando la entidad de la maniobra en términos patrimoniales, la cantidad de partes y planteos, como así también el contexto social y los planteos suscitados en los diversos fueros».
En ese marco, el magistrado dispuso incluir entre los imputados que tendrán que responder en un juicio oral, además de Bacchiani, a Aldana Donato, José Blas, Alexis Sarroca, Zaraive Garcés Rusa, Lucas Retamozo, Iván Segovia, Franco Brey, Sofía Aylar, Sofía Piña, Pablo Olmi y Ernesto Edbercher, todos ellos integrantes del equipo de Adhmar Capital.
El expediente, según el diario El Ancasti, comenzó en septiembre de 2020 cuando «la Fiscalía Federal tomó conocimiento de que una persona, que se presentaba como ‘Trader God’ en redes sociales, se jactaba de ser el pionero en negocios de inversión con criptomonedas, instando a aportar dinero a un fondo de esquema piramidal, fraude conocido como esquema Ponzi».
Bacchiani era quien se presentaba como Trader God y fue detenido el 22 de abril de 2022, casi en forma paralela al estallido del caso de Generación Zoe, otra estafa piramidal que estuvo a cargo del financista Leonardo Cositorto, actualmente condenado y detenido en Corrientes.
Edgar Adhemar Bacchiani, fundador de Adhemar Capital, cuando fue detenido en su casa de Catamarca.En julio, cuando los fiscales pidieron su elevación a juicio también recordaron que que la Gerencia de Fiscalización de Actividades no Autorizadas del Banco Central señaló que Adhemar Capital funcionaba mayoritariamente con fondos de terceros y que los rendimientos reales de la inversión en criptomonedas eran significativamente inferiores a las tasas pactadas con los clientes.
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