“Vamos a jugar a los novios”. Con esa excusa, según la investigación, en 2018 un hombre convenció a una nena de que entrara a su casa de la Ciudad de Buenos Aires. Allí la forzó a ir al dormitorio donde la abusó sexualmente. La mamá de la chiquita logró rescatarla y lo denunció. Casi siete años después, agentes de la Dirección General de Cooperación Policial Internacional de la Policía Federal Argentina (PFA), extraditaron desde Paraguay al ciudadano paraguayo acusado del ataque a la menor.
La extradición del acusado se articuló como resultado de un trabajo coordinado entre fuerzas policiales de ambos países y la intervención de organismos judiciales nacionales, tomando como eje la cooperación internacional en la persecución de delitos sexuales.
La investigación se remonta al 6 de diciembre de 2018, fecha en que, de acuerdo a la denuncia, el imputado habría hecho ingresar a la menor bajo engaños a su domicilio.
El hombre, valiéndose de la confianza de la víctima, le habría manifestado: “Vamos a jugar a los novios”. Ya dentro del inmueble, forzó a la niña a dirigirse a la habitación y, en ese espacio, realizó tocamientos en las partes íntimas de la víctima.
La madre, coincidentemente, logró entrar en la vivienda del abusador en ese momento, interrumpiendo la situación y resguardando a su hija. Luego, radicó la denuncia correspondiente y el caso quedó bajo la órbita del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº47, a cargo de Javier Sánchez Sarmiento, con intervención de la Secretaría Nº136, bajo la responsabilidad de Juan Pablo Strifezza.
El magistrado ordenó la imputación por el delito de abuso sexual y dispuso de inmediato la captura del sospechoso. A partir de ese instante, fue imposible localizar al imputado.
El individuo, al tomar conocimiento sobre su situación procesal, se fugó y se mantuvo oculto durante meses, lo que llevó a que su paradero se convirtiera en un dato incierto para los investigadores.
Para profundizar la búsqueda, el juzgado convocó a la División Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones de la PFA, que asumió la responsabilidad de localizar al encartado, abocándose a lo largo de los meses subsiguientes a tareas de inteligencia y rastreo.
El desarrollo de investigaciones permitió establecer que el prófugo se encontraba en Paraguay, hecho que dio pie a un proceso de intercambio de información con agentes policiales de ese país vecino.
La cooperación entre ambas dependencias resultó clave: personal policial de Paraguay localizó e identificó al acusado y procedió a su detención material.
Con las autoridades judiciales argentinas ya notificadas, se despachó una comisión policial de la PFA que partió desde el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery, con la misión de asumir la custodia del detenido y concretar su extradición.
El operativo culminó con la entrega del detenido a las autoridades argentinas en los últimos días. El acusado, de nacionalidad paraguaya y 44 años de edad, permanece a disposición del juzgado interventor, imputado por el delito de abuso sexual, y aguarda el desarrollo de las actuaciones procesales pertinentes.
