Poco a poco están empezando a conocerse derivadas de la frenética actividad que una treintena de empresas ilegales realizan desde hace años en el aeropuerto de El Prat ofreciendo un servicio de estacionamiento de larga estancia a los viajeros. El martes por la noche se produjo un enfrentamiento, en el que incluso se exhibió un arma de fuego, entre un grupo de vecinos del barrio de Sant Cosme y los trabajadores de estas empresas.
El conflicto viene de lejos, aseguran fuentes policiales de los Mossos d’Esquadra y de la policía local de El Prat. En la edición de ayer de La Vanguardia ya detallábamos cómo estas empresas ilegales representan más del 70% de la oferta que tienen los viajeros que acuden con su vehículo al aeropuerto y quieren contratar un servicio de guarda y vigilancia del coche.
En algunos parkings del municipio, la policía local contabilizó hasta 250 coches gestionados por empresas ilegales
En contra de lo que prometen, los coches son literalmente repartidos por los alrededores del aeropuerto de manera escalonada. Depende del periodo que lo guarden, lo estacionan a una distancia y van acercando el vehículo al aeropuerto cuando se aproxima la fecha de entrega a su propietario. El parking del Outlet de Viladecans, por ejemplo, es uno de los espacios más utilizados. Y también lo era el estacionamiento público de los parques empresariales Mas Blau I y II de El Prat. Un polígono industrial en el que trabajan más de 10.000 personas en las diferentes pequeñas empresas que se ubican y que en algunos momentos tenían graves dificultades para estacionar sus vehículos porque las plazas estaban ocupadas por vehículos que las empresas ilegales del aeropuerto estacionaban allí sin rotación alguna.
Esta situación y las quejas reiteradas de los usuarios provocaron incluso que el Ayuntamiento de El Prat realizara una modificación de su ordenanza municipal tipificando como infracción el uso del espacio público sin autorización y con finalidades lucrativas, como es el caso de estas empresas.
Solo en esa zona del Mas Blau, la policía local había llegado a contabilizar hasta 250 coches al unísono procedentes de viajeros que habían contratado los servicios de estas empresas ilegales.
Esa red de empresas, que no es exclusiva del aeropuerto de El Prat porque esto también sucede en otros importantes, como Barajas, ha despertado un cierto interés en algunos grupos familiares que en los últimos años se han especializado en la protección de obras a cambio de dinero. Unas tareas que en algunos casos basculan entre la vigilancia o la extorsión.
En cualquier caso, algunas de esas familias, en este caso concreto del barrio de Sant Cosme, han visto que si esas empresas ilegales están estacionando vehículos en su zona “no van a renunciar a su porción de un pastel que entienden es importante”, indica una fuente policial.
Y es por esto que en los últimos tiempos los aparcacoches de estas empresas ilegales están teniendo problemas cuando estacionan vehículos en algunas zonas del municipio de El Prat.
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Este último incidente ocurrió de madrugada, casi a las tres, a la altura de la calle de la Selva.
En el aeropuerto, los responsables de los Mossos coordinan dispositivos con la Policía Nacional e Inspección de Trabajo para dar con estas empresas ilegales. Admiten que es muy complejo. En lo que llevamos de verano, los policías han realizado 67 identificaciones y han controlado 26 vehículos. Además, nueve personas fueron detenidas por la ley de extranjería y la Policía inició un expediente de expulsión preferente. Otros cinco fueron denunciados por el Servei Català de Trànsit. Algunos de sus conductores ni siquiera poseen el carnet de conducir homologado en España.