Vecinos del barrio de Sant Gervasi frenaron la apertura de un chiringuito del Ayuntamiento a muy pocos metros de sus viviendas. Técnicos municipales retiraron esta semana la instalación ubicada en los jardines del centro cívico Vil·la Florida.
Poco antes del verano La Vanguardia dio cuenta del malestar de la comunidad de un bloque de viviendas de la calle Reus ante la inminente apertura del negocio. Argumentaron que los retretes y planchas del establecimiento quedarían demasiado cerca de sus ventanas. De manera que un día lo atestaron de pegatinas a modo de protesta, también colgaron pancartas de sus ventanas, intervinieron una y otra vez en los sucesivos consells de barri… En realidad el chiringuito en cuestión ya llevaba allí un par de años, aunque nunca había entrado en funcionamiento. Fue la instalación de una rampa para minusválidos lo que desató las sospechas vecinales y redobló sus protestas.
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En principio, el gobierno del alcalde Jaume Collboni se mostró muy resuelto a permitir la apertura del chiringuito, pero finalmente el distrito dirigido por la concejal Maria Eugènia Gay prefirió recular y atender las demandas vecinales. La verdad es que durante estos últimos meses los vecinos de este edificio de la calle Reus no cesaron de presionar al ejecutivo municipal. La retirada del chiringuito que nunca llegó a entrar en funcionamiento se produjo sin previo aviso, una sorpresa que a muchos alegró de sobremanera.





