por Distrito Interior ·
La sociedad, desde conocido lo ocurrido y a medida que se conocen detalles, no sale del asombro, especialmente porque hasta el momento, a pesar de la crueldad de los presuntos hechos, no hay personas detenidas a pesar que la Fiscalía interviniente lo habría solicitado; tampoco existen precisiones si hay imputados.
Es llamativo el hermetismo en torno al caso que involucra a dos hermanos, productores agropecuarios, propietarios de una explotación rural cerca de la ciudad cabecera; uno de ellos profesional de una ciencia humanitaria.
Todo habría tenido lugar luego de la jornada laboral del empleado de 25 años, el día 30 de septiembre en el predio rural.
Los patrones, pertenecientes a una reconocida y tradicional familia vediense, lo habrían encerrado en una casilla de campaña y allí torturado hasta dejarlo mal herido; según trascendió, habrían incluso a llegado a cortarle una oreja, aseguran que con un elemento que se utiliza para colocarle las caravanas al ganado, acusándolo del robo de unos 30 animales.
Tras la negativa del hombre al que habrían llevado hasta el extremo de su tolerancia física, lo habrían llevado de regreso a la ciudad y una vez en su casa, lo habrían amenazado con que no radique la denuncia por lo ocurrido. A pesar de ello la denuncia fue radicada.
Otros de los aspectos que llaman la atención es que ésta habría sido hecha en la comisaría, la que habría intervenido y no en el Comando de Prevención Rural (CPR), incluso los allanamientos y requisa del vehículo en el que fue transportado el peón, se realizaron luego de varios días, lo que habría permitido la alteración o limpieza de cualquier rastro que los comprometiera.
En Vedia se habla por lo bajo, pero nadie tiene precisiones, aunque resulta llamativo que ante tamaño proceder todo esté, aparentemente, como si nada hubiera ocurrido.
La acusación por la que habría sido torturado, sería el faltante de unas treinta cabezas.
En torno a ello también existen especulaciones que van desde que la orden de aparte la habría dado uno de los hermanos sin conocimiento del otro (lo que hace pensar que, de haber existido la tortura, simuló no estar al tanto), hasta que el acusado, habría realizado recientemente compras materiales que con el sueldo que percibe resultarían imposibles.
A esta altura tres cosas son claras, pero no lo están tanto; el robo de los animales, el buen nombre (o no) de una de una persona y, el más grave; el sometimiento a tortura de un ser humano, lo que tipifica varios delitos. (La imagen es meramente ilustrativa)