El decreto firmado en enero llega a su fin el 31 de marzo. Si no se extiende la medida, los legisladores nacionales percibirán un aumento significativo en sus ingresos, generando polémica en el ámbito político.
El próximo lunes 31 de marzo vence el congelamiento de las dietas de los senadores, medida impuesta por la vicepresidenta Victoria Villarruel en enero. Si no se renueva, los legisladores pasarán a cobrar más de 9 millones de pesos brutos por mes debido a la actualización de los módulos salariales.
El Senado había fijado la dieta en 2.500 módulos, sumados a 1.000 por representación y 500 por desarraigo. Como estos valores están sujetos a las paritarias de los empleados legislativos, cualquier aumento impacta directamente en sus sueldos.
Únicamente dos senadores, José Luis Juez (PRO-Córdoba) y José Carambia (Santa Cruz), manifestaron su rechazo al incremento. Sin embargo, si el ajuste se concreta, no podrán rechazarlo por cuestiones administrativas, aunque sí optar por donarlo.
De no renovarse el congelamiento, a partir de abril los senadores verán reflejados aumentos pendientes, incluyendo un 6,6% de ajuste postergado de julio y agosto de 2024, y un 6,13% correspondiente al último trimestre del año pasado.
Cabe recordar que en enero los legisladores ya habían recibido un pago extraordinario de 2,5 millones de pesos, equivalente a un aguinaldo.