Verano trágico en las rutas de Brasil: la advertencia de la Policía a los turistas argentinos

Tras la muerte de una adolescente cordobesa en un choque frontal que se produjo el domingo a la noche en la BR 290, la Policía Rodoviaria Federal (PRF) de Brasil insistió en que los conductores argentinos tienen un mal comportamiento en las rutas. Los sobrepasos en lugares indebidos y el exceso de velocidad son las infracciones más habituales.

En lo que va del año, siete argentinos -tres de ellos menores de edad- perdieron la vida en las rutas que llevan a las playas de Santa Catarina. Y cinco murieron en impactos frontales, lo cual evidencia una invasión de uno de los vehículos sobre el carril contrario.

Un dato no menor es que cinco de los seis casos con muertos ocurrieron sobre la BR 290 -la más utilizada por los argentinos- y sobre la BR 280, por la cual habitualmente viajan los que salen del país por Bernardo de Irigoyen, en Misiones.

El otro fue en el estado de San Pablo y tuvo como víctima al ciclista misionero Franco Britos (23), que se entrenaba durante sus vacaciones.

Franco Britos (23), un destacado ciclista misionero, murió al ser atropellado por una combi en el estado brasileño de San Pablo.

El pasado 10 de enero, lo atropelló una combi en el kilómetro 69 de la vía Tamoios, ubicada en dirección a São José dos Campos.

Esta temporada hubo un verdadero aluvión de argentinos en las playas del sur de Brasil. Según datos de la empresa CCR Via Costeira, hasta fines de febrero pasaron por la BR 101 más de 3,6 millones de vehículos extranjeros rumbo al litoral catarinense.

Además de argentinos, en el conteo aparecen uruguayos, paraguayos y, en menor, medida chilenos. De ese total, indicaron desde la concesionaria del corredor vial, el 46% abonó los peajes con dinero en efectivo.

Al inicio de la temporada estival la Policía Rodoviaria Federal de Brasil había señalado que la principal causa de muertes en las rutas de ese país eran las colisiones frontales que se producían durante los intentos de sobrepaso, muchos de ellos en lugares prohibidos debido a la escasa visibilidad.

Advertidos de la llegada de cientos de miles de argentinos, los policías que controlan las rutas federales de Brasil instalaron puestos fijos y móviles para monitorear el tránsito e intentar disminuir el número de choques.

Los agentes constataron que muchos automovilistas argentinos adulteraban o tapaban parte de las chapas patentes para superar los límites de velocidad y no ser detectados por los radares fijos y móviles. Para las autoridades brasileñas, esa maniobra es considerada una infracción grave.

A diferencia de temporadas anteriores, la PRF realiza controles más estrictos, incluso para corroborar que los turistas que retornan a sus hogares no tengan infracciones pendientes de pago.

“Nosotros advertimos que muchos conductores argentinos exceden los límites de velocidad y realizan sobrepasos en lugares no habilitados. Apuntamos desde la PRF que haya un cambio en ese comportamiento porque vemos que están apurados por llegar a las playas; y luego salen corriendo para volver a sus hogares”, sostuvo un vocero de esa fuerza.

A poco de iniciada la temporada, el 11 de enero, al amanecer, una Ford EcoSport que viajaba hacia las playas brasileñas por la BR 290 impactó frontalmente con un Chevrolet Corsa radicado en Cachoeira Do Sul.

Un turista argentino murió y su acompañante resultó con heridas graves en un choque en la BR 290, camino a las playas del sur de Brasil.

El choque fue a la altura del kilómetro 455 y se cobró la vida de Gonzalo Alfredo Díaz (42), quien era entrenador de boxeadores en el club Racing de Avellaneda y también se dedicaba a la enseñanza universitaria.

Su pareja, Déborah Cabrera Carro (34), resultó con graves heridas. En el otro auto, murieron el conductor y su pareja, mientras que la hija de ocho años sobrevivió.

En esa misma ruta, pero el 24 de enero, se produjo otro choque frontal que involucró a argentinos y terminó con un nene de 3 años muerto.

Sucedió luego que un camión no pudo detener su marcha al encontrarse con una fila de vehículos detenidos sobre la carretera. El conductor volanteó hacia el carril contrario, donde impactó con un Chevrolet Classic que había partido de Entre Ríos hacia las playas brasileñas.

La tragedia en la BR 290, en el estado de Río Grande Do Sul.

En el lugar murió Felipe Rafael Almada (3). Los equipos de rescate lograron sacar del interior del auto a María Antonella Bona (31), María Nelly Nazareth Martinoli (31) -mamá del nene- y Giuliano Di Camillo (28), quienes fueron llevados de urgencia al Hospital Santo Antonio, en São Sepé, y de allí derivados al Hospital Universitario de la ciudad de Santa María.

Este domingo a la noche, en cercanías de Rosario Do Sul, a unos 250 kilómetros del límite internacional, murió en un choque frontal Emilia Iglesias (13), quien retornaba a Córdoba después de pasar sus vacaciones en Brasil junto a sus padres y un hermano menor.

El choque que le costó la vida a la adolescente cordobesa ocurrió cerca de Rosario do Sul, a unos 250 kilómetros del límite internacional.

En el choque murieron otras dos personas que viajaban en un auto brasileño.

Los tres argentinos que sobrevivieron al impacto fueron llevados de urgencia al Hospital de Rosario do Sul, donde quedaron internados con heridas graves.

Otros dos casos muy graves ocurrieron sobre la BR 280 y 282, en Santa Catarina. El 20 de enero, bajo una fuerte lluvia, el ex legislador radical de Misiones Germán Bordón (56) chocó con un camión y luego volcó al costado de la ruta. Perdió la vida Brenda Ludmila Espíndola (25), amiga de la hija del político.

El 13 de febrero, en la BR 282, murieron dos misioneros que retornaban de las playas de Camboriú.

En cercanías de Catanduvas, bajo una torrencial lluvia, una camioneta Chevrolet S10 impactó de frente con un camión de mediano porte, provocando la muerte del ingeniero civil Renzo Fermani (35) y Ludmila Ávila (7).

La esposa del hombre y el padre de la nena sufrieron traumatismos y fracturas, pero sobrevivieron al choque.

EMJ