En su tercera final de Grand Slam consecutiva, el español Carlos Alcaraz derrotó el domingo al italiano Jannik Sinner y se proclamó campeón del Abierto de Estados Unidos por segunda vez.
Alcaraz se tomó una doble revancha de su derrota de julio en Wimbledon al superar a Sinner por 6-2, 3-6, 6-1 y 6-4 y desbancarlo además del primer lugar del ránking de la ATP, que el italiano ocupaba desde junio de 2024.
La presencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la final en Nueva York provocó que el duelo arrancara con casi una hora de retraso y miles de espectadores intentando acceder a la pista central.
Tras las largas esperas por los controles adicionales, el público disfrutó de la última gran batalla del año entre Alcaraz y Sinner, decantada esta vez del lado del español.
Ganador en Roland Garros en junio y derrotado en julio en Wimbledon, Alcaraz se anotó un triunfo con el que amplía su distancia respecto a Sinner en la carrera de títulos de Grand Slam.
El español, de 22 años, cuenta ya con seis coronas y Sinner, de 24, se quedó con cuatro.
Al igual que en la final de Wimbledon, Sinner se repuso de un flojo inicio neutralizando un primer set de Alcaraz, pero esta vez el murciano frenó su avance en una final disputada bajo techo por la lluvia caída en Nueva York.
Sinner, que estaba invicto en sus últimos 27 partidos en Grand Slams de pista rápida, falló en su intento de ser el primero en revalidar el trofeo desde los cinco ganados por Roger Federer entre 2004 y 2008.
Del otro lado de la red, Alcaraz vivió un maravilloso ‘déjà vu’. Como en la final de 2022, el español se llevó el doble botín del trofeo del US Open y el número uno mundial.
– Silbidos a Trump –
El español y el italiano, que no han dejado ni un título de Grand Slam a sus rivales en 2024 y 2025, fueron los primeros en enfrentarse en tres finales grandes en una misma temporada.
Las expectativas para el pulso atrajeron a estrellas de otros deportes (Pep Guardiola y Sergio Pérez), de la música (Bruce Springsteen) o el cine (Ben Stiller).
También decidió acudir Donald Trump, primer presidente estadounidense en ejercicio que visitó Flushing Meadows desde 2000.
El mandatario republicano, que ya presenció el Super Bowl en febrero y la final del Mundial de Clubes en julio, saludó en varias ocasiones al público generando reacciones contrapuestas. También recibió abucheos y algunos aplausos al ser enfocado en las pantallas gigantes.
– Dominio de Alcaraz –
Con 48 minutos de retraso, Alcaraz y Sinner saltaron finalmente a la pista para pugnar ambos por su segundo título del US Open y por el número uno mundial.
Como hizo en su semifinal ante Novak Djokovic, el español evidenció su confianza al elegir comenzar el partido al retorno y quebrando el servicio de Sinner en el juego inicial.
El español trató de seguir intimidando con su inagotable catálogo de trucos, como un derechazo transformado en dejada ganadora.
Otro mago de la pelota, el basquetbolista Stephen Curry, se llevaba las manos a la cabeza en la grada con la fantasía de la raqueta de Alcaraz, ante un Sinner más pasivo y errático de lo normal.
El primer set cayó en el bolsillo español en 38 minutos, pero el guión cambió bruscamente en el segundo.
Un break temprano le devolvió la confianza a Sinner para hacerse fuerte en el fondo de la pista y limitar la cantidad de errores que estaba cometiendo.
Alcaraz entregó un set por primera vez en todo el torneo, pero su respuesta fue inmediata y contundente.
En el tercer set retomó el control y estuvo cerca de adjudicarse el primer parcial en blanco en la historia de esta rivalidad, que llegó a 15 episodios con 10 triunfos españoles.
Contra las cuerdas, Sinner se reenganchó en el arranque del cuarto set, pero Alcaraz fue llamando la puerta hasta encontrar el break que necesitaba en el quinto juego.
Con 5-4 abajo, Sinner salvó dos pelotas de campeonato pero a la tercera se rindió ante Alcaraz, al que felicitó con una sonrisa en la red.
El triunfo ratifica la superioridad actual de Alcaraz, con siete victorias en los últimos ocho encuentros, y supone un decepcionante cierre de una extraordinaria temporada de Sinner, en la que alcanzó las cuatro finales de Grand Slam.
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En su tercera final de Grand Slam consecutiva, Carlos Alcaraz y Jannik Sinner pugnan este domingo por mucho más que el título del US Open: el número uno mundial y el liderazgo de la gran rivalidad del tenis estarán también en juego. El duelo está marcado para las 15:00 de nuestro país, en el Arthur Ashe Stadium de Nueva York.
El español y el italiano han dominado con puño de hierro una temporada de Grand Slams que concluirá este domingo en Nueva York frente a la mirada de Donald Trump.
El republicano será el primer presidente estadounidense en ejercicio en una final de Flushing Meadows, desde Bill Clinton, que presenció en 2000 la victoria de Venus Williams sobre Lindsay Davenport en un duelo de figuras locales.
Alcaraz y Sinner, de 22 y 24 años, no le han dejado ni un sólo título de Grand Slam a sus rivales en 2024 y 2025, instaurando un nuevo régimen tan autoritario, al menos en sus inicios, como el de Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic.
El duopolio tiene algunas marcas de dominio ya superiores al ‘Big 3’. Desde el inicio de la era Abierta (1968), nunca se habían enfrentado dos jugadores en tres finales de Grand Slam de una misma temporada.
En su carrera particular, la final del domingo definirá si Sinner iguala los cinco trofeos de Grand Slam que posee Alcaraz o si el español toma una distancia de seis a cuatro.
Ambos están aún lejos de las vitrinas del ‘Big 3’, todos ellos en la veintena de trofeos grandes, pero no hay jugador que por ahora desafíe su avance, ni siquiera la leyenda Novak Djokovic y su incesante esfuerzo por agrandar el récord de 24 coronas.
– Encuentros en finales y restaurantes –
El domingo, Sinner puede culminar una de las mejores temporadas de la historia.
El italiano es el cuarto tenista, y el más joven, en llegar a las cuatro finales de Grand Slam en un mismo curso.
No bajó el ritmo ni tras la suspensión por tres meses que cumplió entre febrero y mayo por su doble positivo en controles antidopaje el año pasado.
Ganador del Abierto de Australia frente a Alexander Zverev, en junio tuvo tres pelotas de campeonato para triunfar por primera vez en Roland Garros pero Alcaraz levantó una final memorable.
En julio se tomó la revancha en la final de Wimbledon y ahora es Alcaraz quien quiere dar el último zarpazo del año y arrebatarle además el liderato de la ATP que Sinner asumió en junio de 2024.
«Para el deporte es genial tener rivalidades», remarcó el número 1.
«Alcaraz es alguien que me empujó al límite», dijo Sinner sobre su némesis, cuyos caminos se han cruzado hasta en un restaurante italiano de Nueva York durante este torneo.
«Fue una coincidencia», explicó después el murciano. «No sería raro que fuéramos a cenar juntos, probablemente algún día. Pero esta vez fue solo fue una coincidencia».
– «Demasiado buenos» –
De carácteres y estilos de juego contrapuestos, el pasional Alcaraz y el hermético Sinner han mantenido una buena relación fuera de las canchas a lo largo de su rivalidad, cuyo momento fundacional ocurrió también en Nueva York en los cuartos de final de 2022.
Todavía promesas por entonces, ambos libraron un brillante y vertiginoso pulso de cinco horas y 15 minutos que concluyó con el triunfo de Alcaraz cerca de las tres de la madrugada.
Cuatro días después el español, con 19 años, se consagró por primera vez como campeón de Grand Slam y también como el número uno más joven de la historia.
Este año ha subido un escalón más en su juego y, sin perder el lado valiente y creativo de su tenis, luce una consistencia con la que suma ocho torneos seguidos llegando a la final.
En Nueva York no se ha dejado un set, una gesta que ningún finalista lograba desde Roger Federer diez años atrás, mientras Sinner ha pasado por algunas turbulencias pero sin poner riesgo su asombrosa racha de 26 victorias seguidas en Grand Slam de pistas rápidas.
«Son demasiado buenos», sentenció Djokovic, eliminado en semifinales por Alcaraz.
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— US Open Tennis (@usopen) September 6, 2025
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La sexta fecha del torneo Clausura 2025, de la Unión de Rugby del Paraguay, encontró a Luque Rugby con San José este sábado en el estadio Héroes de Curupayty.
El conjunto azul y oro le puso ganas e iniciativa, pero chocó de frente con la inobjetable superioridad físico-táctica de su rival.
Es que, lejos de achicarse, Luque protagonizó un buen arranque, pero el XV Bull Dog no se apresuró, se acomodó en la cancha y golpeó de forma sucesiva para ir 7-21 arriba en el marcador, al término de la primera etapa.
La complementaria siguió con un trámite similar y el San José llegó al cuarto try. Sin embargo, y pese a los reiterados golpes, Luque intentó mantenerse vivo con un par de tries que le dieron sustancia.
La diferencia física hizo su parte y San José durmió el lance a puro try. 14-49 y nada más que comentar.
Con este resultado, San José se mantiene prendido a los puestos de vanguardia, mientras que Luque busca alguna reacción para intentar alcanzar las semifinales.