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domingo, junio 15, 2025

Versus / Cerro Porteño y Olimpia se fijan en un paraguayo que juega en Europa

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La danza de nombres comienza a tomar intensidad en órbita de los grandes del fútbol paraguayo.

La prensa española asegura que Juan Escobar (29) está en el interés de Cerro Porteño y Olimpia. 

En este sentido, el portal AS se hizo eco de la situación del zaguero compatriota, que culmina su contrato con el Castellón de la Segunda División y no hay certaza sobre su continuidad.

Por su lado, Elvio Rojas, el presentante de Escobar, coincidió con esta versión. «Los grandes siempre preguntan aquí; Cerro es su casa y siempre está la posibilidad latente. Tenemos otras opciones de Sudamérica, igualmente», afirmó en charla con radio 1080. 

El empresario aseguró que aquel asunto de los problemas cardiacos no fueron más que un «susto». «Se hizo todos los controles y está todo bien. Terminó jugando en España», refirió.

De momento, el caso de Escobar seguirá en la nebulosa. Lo cierto es que tiene una propuesta oficial para extender su estadía en el Castellón, aunque también dependería de los números.

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Juan Escobar fue presentado en el Castellón de España

El centrocampista de terrible pegada, que en su momento estuvo en la mira de clubes como Guaraní y Luqueño, tendrá una chance en la Liga de Azerbaiyán. 

El jugador paraguayo Luis Ortíz (25) prepara maletas para lo que será su aventura en el límite natural entre Europa Oriental y Asia, en la región del Cáucaso.

En este sentido, el presidente del Sportivo Ameliano confirmó en radio 1080 que, efectivamente, el futbolista arregló la operación y no continuará para el torneo Clausura 2025.

«Luis Ortíz es baja, tiene una (oferta) de Azerbaiyán», contó.

A ciencia cierta, Ortíz no será el primer compatriota en tan lejanas tierras. Se sabe de la incursión Derlis Meza Colli (quien pasó por Cerro Porteño), Diego Valdez, Julio Rodríguez y Eric Rámos, entre otros.

Destino inesperado para el ex Sol de América, quien jugó 23 partidos; 22 de Liga local y 1 de Sudamericana, e hizo 3 goles y 2 asistencia en lo que va del 2025.

El flamante nuevo Mundial de Clubes reunirá desde el sábado en Estados Unidos a algunos de los clubes más prestigiosos del planeta como Real Madrid, PSG, River Plate, Boca Juniors o Flamengo… y luego estará el Auckland City, un equipo amateur cuyos jugadores son estudiantes, profesores o agentes inmobiliarios.

Los ‘Navy Blues’ entrarán en la competición contra el Bayern Múnich de Harry Kane el lunes en Cincinnati (Ohio). Después del gigante de la Bundesliga, se enfrentarán a otros dos pesos pesados, Benfica y Boca Juniors.

«Probablemente es el grupo con el que soñábamos», dice a la AFP el delantero Angus Kilkolly, de 29 años, quien confiesa su entusiasmo por estar en la cita.

«Poder jugar partidos contra estos clubes es un sueño para nosotros. Estar en el mismo campo que ellos sigue siendo un poco loco», continúa por teléfono mientras se dirige a su lugar de trabajo en el sector de ventas.

Ganador trece veces de la Liga de Campeones de Oceanía, el Auckland City es un habitual de la Copa Mundial de Clubes desde 2006. En 2014 incluso terminó en el tercer escalón del podio.

Pero entonces había siete participantes. La competencia de este año, ampliada a 32 clubes, no tiene nada que ver.

El Auckland City, explica Kilkolly, es «un club familiar donde todo el mundo es bienvenido, donde todos se conocen, donde se ven las mismas personas en cada partido».

En su pintoresco estadio de Kiwitea Street, en un barrio residencial de la ciudad más poblada del país, los ‘Navy Blues’ se enfrentan a aforos que van de los 200 a los 2.000 espectadores.

«Tenemos una bonita tienda y todos toman una copa después de los partidos», añade el delantero.

– «La sensación de ser un profesional» –

En el sitio especializado Transfermarkt, el valor de mercado del delantero, que ha marcado casi un gol cada dos partidos en casi 140 apariciones con la camiseta del ACFC, se estima en 250.000 euros (285.880 dólares).

Director de ventas en una empresa de herramientas eléctricas, describe sus jornadas: comienza a las 07h30 y cuando termina el trabajo, tres a cuatro veces por semana, entrenamiento. Regresa a casa alrededor de las 21h00.

Kilkolly no recibe salario por parte del Auckland City, sino una indemnización de unos 150 dólares neozelandeses (unos 80 euros, 91,47 dólares) por semana para pagar, por ejemplo, su abono a un gimnasio.

Y, al igual que sus compañeros de equipo, no ha tomado verdaderas vacaciones en tres o cuatro años, dedicando sus días libres al fútbol.

Viajar a Estados Unidos durante un mes será incluso un sacrificio económico: «No tengo cuatro semanas de vacaciones pagadas al año, así que habrá días sin sueldo, pero es una oportunidad única».

«Participar en esta Copa del Mundo es la posibilidad de jugar en un escenario mundial y de tener la sensación de ser un futbolista profesional, sin serlo», añade.

En el próximo partido contra el Bayern, Kilkolly espera sobre todo que ni él ni sus compañeros tengan remordimientos al final de los 90 minutos: «Si podemos salir del campo diciendo que jugamos nuestro fútbol, que hicimos nuestro mejor esfuerzo, será positivo».

Además, intentará obtener la camiseta de Harry Kane, el delantero estrella del Bayern, que como él juega con el 9 a la espalda.

«Creo que gana más en una semana de lo que yo gano en un año», bromea.

AFP.

Redacción

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