Ya venía siendo determinante en partidos claves, se lució en el estadio más alto del mundo, desafiando a los más de 4 mil metros ante Bolivia y en Barranquilla hizo una exhibición de talento, valentía y fantasía pura.
El delantero paraguayo de 21 años empezó a ofrecer todos sus recursos a favor del juego colectivo de Paraguay y cuando el contexto no ofrece jugar en equipo, Enciso inventa espacio, gambeta, que los que más le gusta y resuelve solo como aquel golazo ante los cafeteros.
Jugando de segundo punta por momentos a la hora presionar y como enlace en la figura del 4-2-3-1, entre Almirón y el otro extremo, a la hora de atacar, Julio mostró todo el repertorio que tiene, jugando con una naturalidad admirable y sabiendo adaptarse a todas las dificultades del juego.
Ya no abusa con los regates interminables, aunque en el gol ante Colombia se agradece el par de amagues demás…
Enciso ha comprendido perfectamente su rol dentro del equipo: tiene libertad para moverse preferentemente por el medio y una gran virtud que adoptado últimamente es que siempre descifra líneas de pase para recibir, ya sea entre o detrás de los volantes defensivos rivales.
Entiende además que hay veces en la que debe bajar para asociarse cerca del mediocampo con los volantes nuestros y ser opción de salida o de lo contrario, distraer y atraer a los zagueros o mediocentros rivales.
Ante Colombia tuvo la virtud de leer muy bien el partido; zafó de la asfixia que suele proponer Lerma con su juego físico y siempre lo tomó mal parado al cafetero. Se tiró también por los costados para buscar juego asociado, preferentemente por izquierda, para hacer su clásica diagonal y abrir una línea de disparo. Generó un montón de faltas a favor y Paraguay respiró con él en momentos tensos.
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Rivales directos e igualados con 21 puntos, Paraguay y Uruguay se citan este jueves en el Defensores del Chaco, desde las 20:00, para un duelo que puede marcar buena parte de su destino rumbo al Mundial de 2026, aunque cualquier triunfo deberá ser refrendado el martes para sellar la clasificación.
Guaraníes (5°) y charrúas (3°), que ya pueden declararse con derecho al repechaje contra una selección de otra confederación, ventaja concedida al séptimo ubicado en la tabla, aventajan por 6 unidades a Venezuela y por 7 a Bolivia, los mayores aspirantes a la repesca cuando restan 12 puntos por conquistar.
Una victoria paraguaya y un triunfo de Venezuela (7°) sobre Bolivia (8°) el viernes en Maturín, en el cierre de la decimoquinta fecha de las eliminatorias sudamericanas, le ampliará a 10 unidades la diferencia sobre la Verde, con 9 puntos por jugar.
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La Albirroja necesitará después por lo menos un empate ante el Brasil (4°) de Carlo Ancelotti, el martes en Sao Paulo, y que Uruguay doblegue ese mismo día a la Vinotinto en Montevideo para regresar a un Mundial por primera vez desde Sudáfrica 2010.
Con el plantel completo a disposición, Gustavo Alfaro intentará explotar los resquicios que pueda dejar un Uruguay resentido por las bajas sensibles de tres piezas clave en el esquema de Marcelo Bielsa: los volantes Federico Valverde y Rodrigo Bentancur, y el delantero Darwin Núñez.
«Paraguay va a enfrentar a una selección muy compleja. Es un partido de riesgo. Será uno de los partidos más difíciles de esta eliminatoria», advirtió el orientador argentino de la Albirroja en conferencia de prensa.
«Este es el partido. Contra Uruguay es el partido. Uruguay lo ve de la misma manera. Estos 90 minutos son decisivos», agregó.
Considerado un héroe nacional en Paraguay debido al éxito de su equipo, el entrenador argentino precisó, sin embargo, que los rivales reales de los guaraníes son Venezuela y Bolivia, que se debaten en la lucha por el repechaje.
«Uruguay viene a jugar igual que lo hará Paraguay. Por la puerta de atrás se quieren meter muchos. La conquista que hicimos hasta ahora la tenemos que defender, haciendo más y mejor de lo que nos llevó a estar en este lugar», manifestó.
Con dos victorias en los juegos clasificatorios de junio, los de Bielsa asegurarán su presencia en su quinta cita mundialista consecutiva sin depender de otros resultados.
«Uruguay tiene a grandes jugadores y viene a buscar lo mismo que nosotros, así que debemos estar muy concentrados», afirmó el ariete del Torino de Italia.
El partido en Asunción será dirigido por el árbitro argentino Darío Herrera, quien también condujo el encuentro de ida en Montevideo en septiembre de 2024 (0-0), marcado por el debut de Alfaro al frente de la Albirroja.
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El gran objetivo de la selección paraguaya para tocar las puertas que conducen al Mundial 2026, es volver a derrotar a Uruguay tras casi 18 años.
La última victoria de la Albirroja frente a los charrúas se registró el martes 17 de octubre del 2007, camino a la cita de
Sudáfrica 2010. El resultado fue 1-0, en el estadio Defensores del Chaco y el gol fue de Nelson Haedo Valdez. Este jueves la Albirroja enfrentará a la celeste, en Sajonia, desde las 20:00, buscando acabar con el largo registró en contra que ya alcanza cerca de dos décadas.
Después de aquel éxito del 2007, vino la malaria para la Albirroja, no solo en los partidos frente a Uruguay, sino que además no clasificamos a ninguno de los tres mundiales posteriores.
Fueron 8 enfrentamientos por selectivos ecuménicos frente a la celeste, donde los resultados fueron 4 paridades y 4 caídas. Pero no todo es gris en los antecedentes frente a Uruguay por eliminatorias, teniendo en cuenta que en Asunción disputaron 8 compromisos y los guaraníes se llevaron el 66,66% de los puntos en juego discriminados en 5 triunfos, 1 empate y un par de derrotas.
Sumando los 17 cotejos premundialista también Paraguay supera a Uruguay. Los resultados fueron 7 cotejos ganados por la Albirroja, 6 perdidos y 4 igualdades.
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