Autoridades brasileñas acusaron al futbolista francés Dimitri Payet ante un juzgado de violencia doméstica de Rio de Janeiro, luego de que una mujer lo denunció por ataques físicos y psicológicos, confirmó la fiscalía.
Una mujer brasileña que afirma haber tenido una relación amorosa con el exjugador del Vasco de Gama y el Olympique de Marsella lo denunció en marzo ante la policía por «violencia física, moral, psicológica y sexual».
«Se presentó una denuncia contra Dimitri Payet, distribuida al VII Juzgado de Violencia Doméstica», confirmó anoche a la AFP el Ministerio Público de Rio de Janeiro en un correo electrónico.
Las autoridades no ofrecieron detalles de la acusación debido a que el caso está bajo secreto judicial, agregó.
La denunciante, una mujer de 28 años, de nombre Larissa Ferrari, dijo a la AFP en abril que Payet le pidió «pruebas de amor» que consistían en «humillaciones» como mandar videos «bebiendo su propia orina, beber agua del inodoro o lamer el suelo».
Tras la acusación de la fiscalía, Ferrari, que es abogada, celebró «un pequeño paso pero una gran victoria», según escribió en Instagram el miércoles.
La AFP contactó a la defensa del futbolista pero no obtuvo respuesta oportuna.
Según medios brasileños, los fiscales acusaron a Payet de haber causado daños emocionales a Ferrari y le exigieron pagar a la mujer por los eventuales gastos en salud a los que haya incurrido.
El jugador, que vivió en Brasil sin su esposa e hijos, ha admitido haber mantenido una relación extramatrimonial, pero niega la violencia, de acuerdo con la prensa local, citando el informe policial.
Dimitri Payet firmó en 2023 un contrato de dos temporadas con el Vasco da Gama, hasta el 30 de junio de 2025, pero a principio de este mes el club anunció la salida del francés tras un «acuerdo amistoso».
Disputó 77 partidos con el Vasco, en los que marcó ocho goles y dio 16 asistencias, pero el internacional francés (38 partidos con Les Bleus) no conquistó ningún título durante su estancia en Brasil y su estadía estuvo marcada por la irregularidad.
AFP.
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Botafogo, el actual campeón de la Copa Libertadores, metió quizás el batacazo del Mundial de Clubes 2025 al «pincharle su globo» al PSG de Francia, monarca de la Champions League y que venía en modo aplanadora frente sus anteriores rivales. El conjunto de Río de Janeiro venció por la mínima, con un tanto de Igor Jesús, y extendió el invicto de los equipos de Sudamérica en la competencia.
Sin embargo, no todo fue fiesta en las gradas del estadio Rose Bowl, en la ciudad de Pasadena, en el condado de Los Ángeles (California). En una de las plateas, hinchas de «Fogao» protagonizaron una vergonzosa pelea con algunos fanáticos del PSG, que según los informes serían centroamericanos que siguen al poderoso conjunto francés.
Las imágenes que se viralizaron por las redes sociales muestran el momento que en seguidores del Botafogo intercambiaron golpes con algunos fanáticos que estaban con la camiseta del PSG puesta.
Mientras tanto, otros espectadores aprovecharon la situación para captar el momento a través de sus aparatos celulares haciendo honor a la famosa frase: «¿Por qué el que graba no hace nada?».
Lo más llamativo del caso es que no apareció ningún miembro de la seguridad durante los 59 segundos que dura el video.
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Una mayoría de atletas mujeres en Kenia, Tanzania y Uganda han sufrido violencias sexuales o sexistas, según un estudio publicado este miércoles.
Las violencias sexuales y sexistas suponen una lacra recurrente en países de África del Este, especialmente en Kenia, donde se han producido muertes y asesinatos de deportistas de renombre en los últimos años.
El informe publicado por la universidad Aga Khan de Nairobi (Kenia) interrogó a 748 personas de entre 18 y 34 años, de las que un 30% practicaron deporte a nivel profesional o semi-profesional.
Según dicho estudio, el 62% de las personas interrogadas «sufrieron o tuvieron conocimiento de colegas que sufrieron algún tipo de violencia».
En Kenia, el 69% de las personas interrogadas declararon haber sufrido o tenido conocimiento de violencias, sobre todo verbales, físicas y sexuales. Una cifra en alza respecto a los datos gubernamentales que datan de 2022 (43%).
En Tanzania, la proporción es del 62%, y del 48% en Uganda.
«La violencia sexual y sexista en el deporte en África del Este está profundamente arraigada en un ecosistema deficiente, impulsado por actitudes patriarcales, la impunidad de los que perpetran (esos actos) y por la cultura del silencio», señala el informe.
Los entrenadores son los principales autores de violencias, según el estudio, que destaca asimismo que numerosas víctimas de abusos dejaron la práctica del deporte luego de sus retiradas a causa de «los traumas sufridos», de la «falta de protección» y de un «entorno hostil».
El estudio indica que numerosos hechos no son denunciados. Un 35% de las víctimas hablan del «temor a represalias» y del impacto negativo que podría tener en sus carreras.
«Las víctimas se ven enfrentadas a la estigmatización, a la falta de credibilidad y a los obstáculos jurídicos», concluye.
«Si hay un deporte que se ha visto afectado por las violencias sexuales y sexistas, es el atletismo», reaccionó ante la prensa el presidente de la Federación Keniana de Atletismo Jackson Tuwei.
En los cinco últimos años, Kenia perdió a seis deportistas de alto nivel, como la corredora de maratones de origen ugandés Rebecca Cheptegei, quemada viva por su novio keniano en 2024.
En 2021, la campeona keniana Agnes Tirop, doble medallista de bronce mundial en 10.000 m en 2017 y 2019, fue encontrada muerta por apuñalamiento en su casa. Se emitió una orden de arresto contra su marido, pero éste desapareció y no ha comparecido ante el tribunal.
At the funeral of Ugandan Olympic runner Rebecca Cheptegei, a Kenyan politician blamed many in the government and community for ignoring the domestic abuse she faced before being killed by her ex-partner in Kenya. pic.twitter.com/r84Qmm4k8F
— Al Jazeera English (@AJEnglish) September 15, 2024
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