El brasileño Marquinhos, capitán del París Saint-Germain, en declaraciones a la televisión francesa Canal+ tras ganar la final de la Liga de Campeones ante el Inter de Milán (5-0), habló de lo que representa alcanzar este logro.
«Ya no me quedan fuerzas, lo he dado todo. Deseaba esto con mucha fuerza. Hemos sufrido, pero esto muestra el valor del club, el deseo que teníamos de esto. Miren a todos los que han venido aquí con nosotros y a los que están en el Parque (de los Príncipes, el estadio del club). Su energía nos lo ha dado todo hoy», manifestó muy emocionado.
Marquinhos, de 31 años, llegó al PSG en el 2013 con apenas 19 años y ha hecho gran parte de su carrera en el equipo parisino, habiendo antes vestido las camisetas de Corinthians y Roma.
Desde hace varias temporadas es el líder indiscutible y capitán del PSG y ahora quedará en la historia enorme del club al ser el encargado de levantar el primer trofeo europeo.
«Solo puedo decirles que gracias y que les amo. Estoy enamorado de este equipo y de lo que hace en el terreno de juego. Tiene una filosofía de verdad. Creo que los hinchas pueden estar orgullosos. ¡Disfrútenlo! Los quiero. Mañana (domingo) estaremos juntos. Es nuestra, nos la llevamos a casa», finalizó.
El atacante del Real Madrid Kylian Mbappé felicitó en las redes sociales a su ex equipo París Saint-Germain por el título en la Liga de Campeones, a pesar del conflicto que mantiene con ese club por desacuerdos económicos.
«El gran día ha llegado por fin. La victoria y la manera de conseguirla por todo un club. Felicidades, PSG», escribió el astro francés en su cuenta de Instagram, compartiendo un vídeo del PSG en el que anuncia su victoria 5-0 sobre el Inter de Milán en la final de Múnich.
Mbappé, máximo goleador de la historia del PSG, estuvo siete años en ese equipo, coincidiendo en una época con Lionel Messi y Neymar, pero no pudo conducir a la ansiada primera Champions, que llega justo un año después de su salida.
Lo más cerca que estuvo de ello fue el subcampeonato de 2020, cuando el PSG perdió la final ante el Bayern de Múnich.
En su primera temporada en el Real Madrid, Mbappé fue eliminado en cuartos de final por el Arsenal.
París, Francia. AFP.
El título histórico del París Saint-Germain en la Liga de Campeones tiene un protagonista claro: el entrenador Luis Enrique, que con unos métodos exigentes y una gran ambición ha cambiado todo en el club, diez años después de haber hecho ya campeón de Europa al Barcelona.
Antes de la victoria sobre el Inter de Milán (5-0) en la final de este sábado en Múnich, Luis Enrique ya era el rostro de un equipo que pasó la página de la era de las superestrellas, cuando Kylian Mbappé, Lionel Messi o Neymar atraían los focos.
Luis Enrique, que tiene 55 años, llegó hace 24 meses a la ciudad de la Torre Eiffel y se ha ganado ya un lugar eterno en la historia del PSG y del fútbol francés.
En la Champions que ganó en 2015 su protagonismo parecía mucho menor, eclipsado por el ‘glamour’ del tridente ‘MSN’ (Messi, Suárez, Neymar): «El trabajo que hice en Barcelona fue excepcional, pero decían que con aquel equipo era fácil y no lo era», reivindicó el técnico asturiano sobre aquel éxito de hace una década.
En París todo fue distinto y se le dio carta blanca para cambiarlo todo a su llegada a mediados de 2023, como líder de la revolución que los directivos querían.
El presidente Nasser Al Khelaifi y el consejero deportivo Luis Campos optaron para su proyecto por él, un hombre de fuerte carácter, y le otorgaron un poder que no tuvo nunca antes un entrenador del PSG en los años de la ‘era catarí’ del club.
«El que encarna mejor el proyecto es el entrenador. Tiene las llaves y la copia de seguridad. Tiene una legitimidad auténtica, sabe lo que quiere», explicaban en el club cuando Luis Enrique aterrizó en el Parque de los Príncipes.
– Presión constante –
Una de las obsesiones de Luis Enrique ha sido la nutrición. Reclamó y obtuvo pronto «una máquina de 15.000 euros que detecta todos los parámetros fisiológicos, por la que los jugadores pasan una o dos veces por semana», cuenta una fuente cercana al club.
El público francés descubrió pronto cómo era su idea de juego, basada en la posesión y el ‘pressing’, pero también su fuerte temperamento, sus manías y su intención de ser «fuerte con los fuertes» en el vestuario, sin dejarse comer el terreno por ningún jugador.
Ni siquiera Kylian Mbappé, que jugó su última temporada en el PSG, antes de irse al Real Madrid, en la que fue la primera campaña de Luis Enrique en el PSG.
En un documental se vio a Luis Enrique sermoneando a Mbappé, que permanecía impasible. Cuando el atacante francés anunció su salida del club, Luis Enrique no dudó en dejarle en el banquillo en varias ocasiones en el tramo final de la pasada temporada 2023-2024.
«Hacer cohabitar a grandes jugadores con Luis Enrique es difícil», subraya la fuente del club anteriormente citada.
En octubre del año pasado estalló por ejemplo una crisis con Ousmane Dembelé por un retraso en el entrenamiento. El jugador incluso se quedó sin el desplazamiento a Londres para un partido ante el Arsenal en el torneo europeo.
Dembelé habló en abril, meses después, de la presión constante a la que somete el entrenador a los jugadores: «Nos dijo que si no presionamos, si no defendemos, alguien nos quitará el puesto, así que todos debemos defender».
Pero Luis Enrique no solo aplica mano dura, sino que también sabe motivar a sus jugadores y extraer lo mejor de ellos. Así hizo con Dembelé al resituarlo como falso 9 a partir de diciembre de 2024, lo que terminó convirtiendo al exjugador del Barcelona en el hombre-gol de este PSG.
– Obsesión –
«Luis Enrique es capaz de hacer progresar a cualquier tipo de jugador», insiste una persona cercana a la dirección del club.
‘Lucho’ habla a los jugadores diariamente, acompañado a menudo con el psicólogo Joaquín Valdés.
«Cuando llegó, aportó su ADN. Poco a poco ha conseguido mejorar nuestro juego», admite el capitán del PSG, Marquinhos.
«También ha trabajado mucho el aspecto mental, la motivación, la preparación, la actitud de los jugadores. No es solo un entrenador que dice que hay que hacer esto o aquello. Nos ha mostrado el camino. No habla únicamente de fútbol, es más que todo eso», añade el brasileño.
Luis Enrique asegura que su «obsesión» es «ayudar al máximo a los jugadores». La primera Copa de Europa del PSG le ha dado la razón.
Múnich, Alemania. AFP.