El inicio de Olimpia en el torneo Clausura no ha sido de lo mejor y uno de los problemas principales ha sido la falta de garantía defensiva.
Ni con la llegada de Gustavo Vargas, el regreso de Manuel Capasso y la incorporación de Héctor David Martínez, Olimpia pudo recuperar la fortaleza defensiva y tiene un promedio muy alto de vulnerabilidad en el segundo semestre.
El Decano lleva 10 goles encajados en solamente 6 partidos y solamente mantuvo en una oportunidad su portería en cero, fue en el juego ante Recoleta, cuando tuvo dos hombres más en campo casi todo el encuentro.
Solamente ante Trinidense y Cerro Porteño encajó 7 goles, luego de ir ganando ambos encuentros por una ventaja de 2-0.
Hasta aquí, Ramón Díaz no pudo encontrar una dupla defensiva ideal. Ya probó con Junior Barreto, Gustavo Vargas, Héctor Martínez y Manuel Capasso.
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Olimpia perdió el superclásico ante Cerro Porteño, luego de una remontada increíble y el ambiente en Para Uno quedó en llamas, ya que la forma en la que se produjo la derrota y la posición en la tabla, le sacan cada vez más chances con casi un tercio de torneo disputado.
El partido ante Cerro dejó al desnudo una vez más la falta del «9» goleador en Olimpia, algo que preocupa mucho tras la lesión de Sebastián Ferreira, quien venía en una racha casi perfecto tras su vuelta a Para Uno.
Ramón Díaz probó con Tiago Caballero, que como recambio había funcionado ante Recoleta, pero en el clásico su trabajo no conformó de vuelta y fue sustituido por Adrián Alcaraz, al que los hinchas ya le perdieron la paciencia.
Alcaraz tuvo varias oportunidades, no solo ante Cerro, sino también en otros encuentros, pero no tiene como mejor virtud la eficacia.
Además de estos dos nombres, el Decano tiene al uruguayo naturalizado paraguayo, Faustino Barone, quien ya tuvo minutos en varios encuentros, incluso en la última parte del clásico, pero tampoco es un goleador casi infalible como lo era Ferreira.
Hasta aquí además, los Díaz han utilizado el sistema de 4-3-3, con un solo centrodelantero y habrá que ver si en algún momento se juega con dos puntas fijos.
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Diego Martínez, entrenador de Cerro Porteño, vivió al máximo el superclásico y estuvo al borde de la «locura», dentro de un partido con emociones cambiantes.
La televisión captó la los movimientos del DT azulgrana desde su banco en los momentos cumbres del partido. Lo vivió como un hincha más y se desató en cada uno de los goles de Cerro.
De los casi 100 minutos que se disputaron en Ciudad del Este, Martínez no se sentó en ningún momento en el banco de suplentes. Vivió parado y corriendo prácticamente a la par de las jugadas.
El DT argentino ganó su primer clásico paraguayo luego de tres partidos disputados ante Olimpia.
💓¡Pulsaciones a mil! Inquieto, dando indicaciones permanentes. Pasó momentos de 😡nerviosismo, sobre todo en el primer tiempo.
😃Pero valió la pena sufrir un poco, para luego desatar su alegría. Así vivió el #ClásicoTigoSports Diego Martínez, técnico de Cerro Porteño. pic.twitter.com/KMW5di8DFm
— Tigo Sports (@TigoSportsPY) August 4, 2025
