Fue el blanco de la hinchada azulgrana tras la desastroza campaña de la Copa Libertadores 2023.
Pedro Álvarez (24) hace valer su estadía en Rubio Ñu, donde continúa su carrera deportiva tras ser nuevamente cedido por Cerro Porteño.
Y Héctor Marecos solo tuvo elogios para el joven zaguero. «Es una gran incorporación, un gran refuerzo. Desde el año pasado que le hemos hecho un seguimiento. Sinceramente, es un jugador con mucho potencial, con mucha técnica», dijo el estratega ‘Laureado’ en charla con Versus radio.
Álvarez estuvo falto de suerte cuando le tocó irrumpir en la Primera de Cerro Porteño. Todavía son recordados aquellos goles cuya responsabilidad le imputan ante el Bolívar, o la mano contra Barcelona de Guayaquil que desembocó en un penal y posterior eliminación del Ciclón en plena fase de grupos de la Libertadores 2023. La cosa fue tan mala que no alcanzó ni siquiera para ingresar a los playoffs de la Sudamericana.
Disputada la fecha 15, Rubio Ñu es segundo en la Intermedia con 28 puntos y un impresionante repunte entre manos, siendo Álvarez de lo más regular con 13 presencias (se perdió dos partidos por lesión).
¿Tendrá el canterano su revancha con el Ciclón?
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Nadie resiste al archivo, tampoco el flamante jugador de Cerro Porteño, el canterano olimpista Blas Riveros.
Así como la política o el amor, la vida es cambiante y toma giros que desembocan en rumbos inesperados.
10 años después, el lateral zurdo está de vuelta por el fútbol paraguayo, pero no en el club de sus amores, sino para reforzar al tradicional rival.
En este sentido, el Ciclón aseguró los servicios del defensor de 27 años tras quedar sin lugar en Talleres de Córdoba.
En su momento, Riveros se dejó llevar por las emociones y aseguró que no sería capaz de traicionar sus orígenes. Exactamente, fue el 1 de junio de 2020, cuando en una entrevista con la 970 AM dijo que la ser azulgrana no era una posibilidad para él. «Toda mi familia es de Olimpia y yo soy socio del desde los 12 años. No jugaría por Cerro Porteño», manifestó.
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El lateral debutó en el Decano en 2015 y formó parte del campeonato conseguido en el torneo Clausura de ese año. No duró mucho en Para Uno porque por su talento y proyección se ganó la rápida transferencia al Basilea de Suiza.
Ahora, Riveros animará los Superclásicos, pero desde la vereda de enfrente.
¿Cómo le recibirá el hincha de Olimpia?
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El lateral izquierdo Blas Riveros vuelve al país, pero no para defender los colores del club donde dio sus primeros pasos en el fútbol, sino para reforzar al tradicional rival.
El lateral de 27 años debutó en el Decano en 2015 y formó parte del campeonato conseguido en el torneo Clausura de ese año. Al año siguiente, dio el salto a Europa firmando un contrato de 5 años con el Basilea de Suiza. 10 años después, está de vuelta en el plano local, pero para ser jugador de Cerro Porteño.
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¡Es azulgrana! Blas Riveros fue presentado como nuevo jugador de Cerro
A través del tiempo hubo otros polémicos traspasos entre los clásicos rivales, como el de Pablo Rojas de Cerro a Olimpia en 1968. O el de Severiano “Taladro” Irala, también del Ciclón al Decano , en 1973.
Otro caso de película ocurrió con el argentino Mario Ricardo Berón, quien luego de obtener el tricampeonato en filas del Ciclón (72 al 74), fichó por el Decano en 1976.
Igualmente la ida de Cerro a Olimpia, de Hugo Ricardo Talavera, en el 76, fue una novela. El “Tala” supo ser líder tanto de Cerro como de Olimpia, siendo capitán en ambos clubes.
Por su lado, el ‘Rafagol’ Bobadilla, uno de los íconos de Olimpia, protagonizó otro debate en 1990, al llegar a Cerro para ser campeón. En su momento, el brasileño Robson Retamoso también le prendió fuego a la rivalidad entre los dos grandes del fútbol paraguayo, cuando luego de ganar el título con Cerro, en 1987, pasó a Olimpia en la siguiente temporada.
Entre los episodios más recientes y que causaron roncha entre los seguidores de los clásicos rivales, está el suceso del “Mago” Guido Alvarenga, quien de ídolo pasó a ser escrachado por los seguidores cerristas al ser contratado por el Decano.
También el fichaje de Carlos Gamarra a Olimpia causó indignación en la hinchada azulgrana, en el 2007.
Y cómo olvidar los casos de Pablo Zeballos y Diego Barreto. El delantero volvió al país en el 2010 para vestir la azulgrana; se declaró cerrista y se hizo querer por la hinchada, pero luego aceptó una oferta de Marcelo Recanate y terminó en Olimpia, para animar la rivalidad con su inconfundible estilo. Por su lado, el arquero, de cuna cerrista e hincha confeso del Ciclón, pasó al Decano para el Clausura 2015, cuando protagonizó un polémico ida y vuelta con el presidente Juan José Zapag. Con Olimpia dio la vuelta olímpica y, en una suerte de broma del destino, se mandó aquel recordado festejo en medio de la barra brava olimpista.