Una mujer de 52 años de Ontario, Canadá, viajó a Costa Rica para someterse a una cirugía estética. Sin embargo, tras el procedimiento, desarrolló sepsis y entró en estado de shock. Ahora corre riesgo de perder sus extremidades y su familia busca la manera de que regrese a su casa.
Tras haber soñado durante mucho tiempo con una abdominoplastia —especialmente después de dar a luz a cuatro hijos, someterse a una histerectomía y una operación para extirpar un quiste de 20 libras de su vientre— Nicole Grigorov entró al quirófano del Hospital Clínica Bíblica en San José.
En Canadá, dicho procedimiento para eliminar el exceso de piel y grasa del abdomen no es cubierto por el sistema de salud público, y cuestan entre 7.000 y 25.000 dólares estadounidenses, dependiendo de la clínica, mientras que en Costa Rica el valor desciende hasta 2.500 dólares, según informó Toronto Star.
«Durante 20 años, he querido hacerme un ‘cambio de imagen de mamás‘», contó Grigorov desde la cama del hospital en diálogo con el medio canadiense. Es que Nicole, además de dirigir su propio negocio -Mattawa River Resort, en North Bay- dedicó los últimos 25 años a cuidar a al menos 50 niños adoptados, decisión que tomó tras saber que ella misma fue adoptada por una familia.
Nicole Grigorov viajó desde Canadá a Costa Rica para una cirugía estética. Foto: Go Fund Me.Sin embargo, días después de la operación, Grigorov desarrolló sepsis. Su corazón se detuvo, fue sedada y conectada a un ventilador durante dos semanas. El doctor Carlos Wu Chin, médico de cuidados intensivos, indicó que Grigorov solo tuvo un cinco por ciento de posibilidades de sobrevivir. «Tengo mucha suerte de estar viva. Debería haber muerto», dijo Grigorov.
Las consecuencias del shock séptico son devastadoras. Debajo de sus vendajes, sus extremidades están negras. Wu Chin señaló que lo más probable es que sus extremidades deban ser amputadas. Grigorov, por su parte, puede sentir dolor en los dedos de las manos y los pies, pero confesó que «todavía» no observó sus extremidades, ya que tiene «miedo de hacerlo».
Aunque el médico Wu Chin afirmó que muchas personas de todo el mundo viaja a Costa Rica para someterse a cirugía plástica y que «rara vez tienen complicaciones», Grigorov «tuvo muy mala suerte».
Si bien el personal del hospital costarricense fue «increíble», Grigorov aseguró que se siente atrapada, ya que no puede caminar ni realizar ninguna tarea básica por sí misma.
Familiares de Nicole Grigorov buscan ayuda para traerla de regreso a Canadá
Desde que comenzó la emergencia, amigos y familiares de Grigorov trabajan para llevarla a su casa en Ontario. Una amiga cercana aportó 85.000 dólares para contratar un servicio de ambulancia aérea fuera de Florida. Sin embargo, la logística se complicó debido a la falta de una cama de hospital y un médico garantizados en Ontario.
También intentaron comunicarse con hospitales canadienses y el consulado, pero una y otra vez, dicen, les dijeron que no había camas disponibles. La hermana de Grigorov, Brenda Johnson, lamentó la falta de apoyo estructural. «No hay leyes, nada vigente para los ciudadanos de Canadá en esta situación», aseguró.
El gobierno federal de Canadá, en general, no tiene la obligación de repatriar a sus ciudadanos ni de cubrir los costos médicos cuando la emergencia ocurre después de un procedimiento de esta índole en el extranjero.
Tras el procedimiento, desarrolló sepsis y entró en estado de shock. Foto: Go Fund Me.La situación se agravó porque la factura del hospital privado se acerca a los 100.000 dólares, y el personal incluso amenazó con cortar la atención médica debido a la falta de fondos. El hijo de Grigorov lanzó una recaudación de fondos en el sitio Go Fund Me.
«Mi mamá es la persona más amable y amorosa que conozco. Ella siempre fue la que apoyó a otros y los guio hacia Jesús, y ahora estoy pidiendo ayuda para apoyarla«, escribió Nicholas.
Tras conocerse su historia, el Miembro del Parlamento Provincial (MPP) de las Cataratas del Niágara, Wayne Gates, indicó a Toronto Star que se había asegurado una cama para Grigorov en Niagara Health. Gates destacó, sin embargo, que no debería ser necesario que un político haga llamadas para recibir atención en el sistema de salud.





