La inseguridad tuvo un quiebre días atrás en Los Hornos, una de las principales localidades de La Plata, donde los vecinos decidieron manifestarse de una forma poco habitual: colocaron carteles en las calles con mensajes directos a los delincuentes. “Ya no les tenemos miedo, los esperamos armados”, se pudo leer en algunos de los escritos que aparecieron en postes y paredes del barrio.
Como anticipó esta semana EL DIA, la reacción vecinal refleja un hartazgo profundo ante la reiteración de robos violentos, entraderas y asaltos en la vía pública. Según los testimonios recogidos en el lugar, los hechos se multiplican sin respuesta efectiva de las fuerzas de seguridad.
“Nos matan y qué”: los testimonios del barrio
Los relatos de los vecinos describen un clima de miedo y bronca:
“No se puede estar tranquilo, no se puede salir. Tienen que estar protegiéndose todo el tiempo. Han robado en los comercios también, incluso cajas de mercadería”, relató uno de los comerciantes afectados.
Otra vecina, Beatriz, contó cómo intentaron entrar a su casa mientras cuidaba a un familiar enfermo: “Me sacaron la reja, escuché ruidos y vi que había dos tipos. Empecé a gritar e insultarlos, y ahí salieron corriendo. Cuando les grité, dispararon y se fueron”.
“A mi vecina viuda le entraron, la golpearon y la ataron. Cuando se iban, hasta se sacaron fotos dentro de la casa. Es una burla total”, agregó otra habitante de la zona.
“Ya vinieron preparados: guantes, capuchas, para que no queden huellas. Están las cámaras, pero igual siguen robando”, explicaron.
La mayoría coincide en que los delincuentes son cada vez más violentos, y en algunos casos, menores de edad.
De los carteles al límite de la autodefensa
La colocación de carteles fue interpretada por los propios vecinos como un mensaje de advertencia, pero también como una forma de visibilizar el abandono que sienten por parte del Estado.
“Está bien que la gente se arme. Nos dicen que no, que está mal, pero si nos matan ¿qué hacemos? Estamos cansados”, expresó una mujer entrevistada.
En varios relatos se repite la misma secuencia: entraderas nocturnas, personas golpeadas y maniatadas, robos en la vía pública a plena luz del día y comercios saqueados.
Un barrio en estado de alerta
El caso de Los Hornos expone la creciente tensión entre vecinos y delincuentes, con un peligroso desplazamiento hacia la justicia por mano propia. Mientras tanto, en las calles, el clima es de temor mezclado con bronca.
El pedido es claro: más presencia policial, más controles y medidas efectivas. De lo contrario, los vecinos anticipan que seguirán tomando iniciativas propias para defenderse.
