La agresión ocurrió en 2021 en el barrio Z1 de Neuquén. El atacante, que practica artes marciales, irrumpió en la casa de su ex, golpeó brutalmente al acompañante y le provocó graves fracturas faciales.
Un hombre que practica artes marciales fue condenado a pagar 20.936.000 pesos más intereses por agredir violentamente al amigo de su ex pareja, a quien le provocó graves lesiones en el rostro que requirieron una cirugía reconstructiva. La agresión ocurrió en 2021, en una vivienda del barrio Z1 de la ciudad de Neuquén.
De acuerdo a la causa, el agresor llegó al domicilio, vio que su ex pareja estaba acompañada y comenzó a exigir que lo dejaran entrar. Ante la negativa, forzó la puerta trasera y atacó a golpes de puño y patadas al joven, causándole múltiples fracturas faciales. Antes de eso, también causó daños en el vehículo de la víctima. Tras la brutal agresión, se retiró del lugar.
Fue considerado un hecho de violencia de género
En el fallo civil del Juzgado en lo Civil, Comercial y de Minería N° 5, la jueza María Guadalupe Losada consideró no solo los daños físicos y materiales, sino también el daño moral y psicológico que sufrió la víctima. Entre las pruebas, se destacó el testimonio de una psicóloga que informó que el joven tuvo “disminución de su autoestima” y angustia por su aspecto físico, ya que su rostro quedó desfigurado “durante al menos un año”.
La magistrada sostuvo que “la agresión se enmarcó en un hecho de violencia de género”, ya que el atacante utilizó la violencia como una forma de control sobre su ex pareja, “infligiendo dolor a través de la agresión a una persona cercana a ella”.
En lo penal recibió una probation
En el fuero penal, el agresor había sido beneficiado en 2022 con una suspensión de juicio a prueba (probation) por dos años, pese a que inicialmente el juez Luis Giorgetti se la había denegado. La decisión fue revertida por un tribunal de impugnación.
En la vía civil, sin embargo, la condena económica busca resarcir integralmente a la víctima, incluyendo tratamientos médicos futuros, asistencia psicológica, y el sufrimiento emocional derivado de la agresión.