Un reclamo pacfico que termin en violencia
Lo que comenz como una manifestacin pacfica frente al Banco Patagonia de Concepcin, en Tucumn, deriv este viernes en un episodio de violencia que gener conmocin en el sector bancario. Delegados de La Bancaria y trabajadores de diferentes entidades denunciaban persecucin laboral, maltrato y amenazas dentro de la sucursal. Pero, lejos de obtener respuestas, se encontraron con un operativo represivo de Infantera.

Delegados y trabajadores fueron golpeados sin previo aviso, en un accionar calificado por el gremio como desmedido, provocador y absolutamente injustificado.
Las denuncias que encendieron el conflicto
El conflicto haba estallado das atrs, cuando el 90% del personal de la sucursal Concepcin acus a la gerente Mara Jos Mansilla de ejercer un rgimen de hostigamiento, degradacin de funciones y amenazas de despido.
Segn los empleados, estas prcticas tambin eran avaladas por Marcelo Rubn Moriconi, gerente Regional de Sucursales, y Pablo Guillermo Carrubba, gerente de Gestin y Desarrollo de Personas.

Desde entonces, el clima laboral era considerado crtico. «No vamos a permitir despidos arbitrarios ni persecuciones disfrazadas de evaluaciones», haba advertido la secretaria general de La Bancaria en Tucumn, Cecilia Snchez Blas, antes de los hechos ocurridos este viernes.
La represin: golpes, insultos y un operativo inexplicable
La comitiva gremial que acompaaba a los empleados -integrada por representantes del Banco Nacin, Banco Macro, Banco Patagonia y delegados de otras sucursales- intentaba dialogar con la entidad cuando Infantera avanz.
Los efectivos empujaron, golpearon y redujeron a delegados y trabajadoras, incluso mientras mostraban credenciales gremiales.
Los propios manifestantes describieron la escena como catica y violenta: «Esta represin es una provocacin brutal y cobarde. Nos golpearon por defender a nuestros compaeros», expresaron desde La Bancaria a travs de un comunicado posterior.
Estado de alerta y reclamo de respuestas
Tras el episodio, La Bancaria declar el estado de alerta y exigi explicaciones inmediatas tanto al Banco Patagonia como a las autoridades provinciales.
«No vamos a naturalizar la violencia institucional. Esto fue una brutal y desmedida represin», remarcaron desde el gremio.
El Banco Patagonia, hasta el momento, no emiti declaraciones oficiales.
Con esta represin como nuevo captulo, un conflicto que ya era grave se transform en una crisis institucional que expone fallas profundas en la gestin interna y en la respuesta estatal frente a reclamos laborales.



