Para muchos, vivir a bordo de un crucero de lujo sería el sueño de su vida. Sin embargo, para Mario Salcedo, este estilo de vida le trajo consigo un efecto secundario inesperado. Después de pasar más de 25 años viajando en cruceros, Salcedo desarrolló una condición que afecta su equilibrio al pisar tierra firme.
“He perdido las piernas de tierra. Me balanceo tanto que no puedo caminar en línea recta”, confesó en una entrevista con Conde Nast Traveler.
Conocido como ‘Super Mario’ en los círculos de cruceristas, este hombre de origen cubano realizó más de 1.000 viajes con Royal Caribbean y asegura que se siente más cómodo en el mar que en tierra firme. No obstante, tras años navegando,experimentó un trastorno poco común que dificulta su adaptación al suelo estable.
Qué le ocurre
Salcedo desarrolló lo que los expertos llaman “piernas de tierra”, una condición que provoca una sensación de balanceo constante incluso cuando la persona está quieta. Elaine Warren, directora de The Family Cruise Companion, explicó al Daily Mail que este fenómeno está relacionado con un trastorno neurológico llamado síndrome de Mal de Débarquement (MdDS).
“El cuerpo se acostumbra tanto al movimiento del barco que, cuando la persona regresa a tierra, la sensación de balanceo persiste”, explicó Warren. Este síndrome puede causar dificultad para caminar en línea recta, sensación de inestabilidad, fatiga y problemas de concentración o ansiedad y sensación de desorientación.
Tras trabajar en el mundo de las finanzas, en 1997 comenzó esta aventura que lo lleva a pasar gran parte del año arriba de un crucero de Royal Caribbean.
Sin arrepentimientos
A pesar de estos efectos secundarios, Salcedo asegura que no cambiaría su estilo de vida por nada. “Nada podría apartarme de los cruceros, porque me tratan como a la realeza. Todos los capitanes me conocen”, comentó.
Según sus declaraciones, gasta más de 100.000 dólares al año en sus viajes y construyó una rutina diaria en alta mar, combinando trabajo y ocio mientras disfruta de los lujos que ofrecen los cruceros.
Durante la pandemia de 2020, Salcedo pasó 15 meses en tierra firme, lo que representó su mayor período fuera del mar en más de dos décadas. Sin embargo, en cuanto pudo, volvió a embarcarse en su hogar flotante.
Los investigadores descubrieron que el sistema vestibular (encargado del equilibrio y la orientación espacial) se adapta al movimiento del barco con el tiempo. Sin embargo, al regresar a tierra, el cerebro tarda en reajustarse, lo que provoca la sensación de inestabilidad.
Estudios demostró que las personas que pasan mucho tiempo en barcos pueden desarrollar dependencia del movimiento, lo que dificulta su ajuste a tierra firme. ¿La solución? Gradualmente exponerse a la vida en tierra, combinando el tiempo en el mar con períodos en suelo estable.
El caso de Mario Salcedo generó curiosidad y debate en redes sociales. Mientras algunos ven su estilo de vida como un sueño hecho realidad, otros consideran que los efectos secundarios de su elección son preocupantes.
A pesar de todo, Salcedo sigue disfrutando de su vida en alta mar, dejando claro que, aunque la tierra firme le cause problemas de estabilidad, su hogar está en el océano.
Fuente: La Vanguardia