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César Eduardo Fontana | Montevideo
@|Al momento de escribir estas líneas, martes 30 de septiembre, se han producido varios acontecimientos que parece que retrotraen al país a etapas negras.
Más o menos una semana atrás el vehículo de la hija del diputado Dr. Salle, diputada ella también, sufrió algunos deterioros que no fueron por un problema de tránsito sino al parecer a propósito, quizás no pueda hablarse de vandalización, pero los deterioros existieron, según propias declaraciones de su progenitor.
¿Narcotráfico? No, los narcotraficantes no se dedican a esas pequeñas cosas. El sábado 27 por la mañana, la fachada del Partido Colorado sí fue vandalizada con insultos y agresiones verbales al fundador de la colectividad, Gral. Rivera. Fácil es de entender que se trató en este caso de grupos muy pequeños que se empeñan en hacer creer a la población que si no existen actualmente indígenas en Uruguay se debe a la “masacre” de Salsipuedes de 1831 con sus… 40 guerreros abatidos habiendo sufrido las tropas gubernamentales varias bajas también, entre ellas la muerte de un joven oficial.
¿Narcotráfico? No, tampoco.
Noche del sábado 27 al domingo 28 de setiembre, atentado contra la vivienda particular de la Sra. Fiscal de Corte Dra. Mónica Ferrero, aunque sin causar daños físicos.
¿Narcotráfico? Sí. El coro gubernativo y opositor, quizás con una leve frase suspicaz del exministro Mieres (El País, 30/9/25, pág. 2) y en general el periodismo han dado como verdad absoluta, la verdad revelada a Moisés en el Sinaí, que fue un atentado narco.
Un poco torpes los narcos, ¿no es así? ¿Y por qué verdad absoluta? ¿Acaso los narcos son los únicos que poseen armas y artefactos mortíferos además de la Policía y las FF.AA.? ¿Acaso los narcos son los únicos que colocan bombas en este país? Hay por lo menos dos hechos que lo desmienten, uno supuestamente aclarado y el otro nunca aclarado: Cr. Feldman y bomba en el Buceo.
Hoy, la prensa informa que habría dos personas detenidas pero no cuesta mucho percatarse que serían el perejil de la ensalada.
Pienso, luego existo decía Descartes – en traducción libre-. Y Ud. lector, ¿qué opina?
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