Por Santiago Giorgetta*
Al Gobierno nacional le conviene movilizar solo núcleos duros de votantes y en lo que va de este año, a diferencia del 2001, cuando se acercó para votar en blanco, la sociedad decidió no ir a votar. Además, entre los desencantados de La Libertad Avanza hay una tendencia a no votar al peronismo, sino a otras fuerzas. Pero hay que esperar para ver el impacto que el escándalo de la ANDIS pueda tener.
O quizás la propia elección bonaerense del 7 de septiembre sea el impacto: en la Provincia, la mayor motivación para votar es que no gane el Presidente Javier Milei. Aunque hay que ver para dónde va el voto: entre los desencantados, una parte dice que no lo volverá a votar y otra, que no sabe qué hacer.
Lo cierto es que al Gobierno se le están complicando los números electorales, tanto por la economía como por estos escándalos de presunta corrupción. La sociedad no ve verosímil la defensa del Gobierno respecto a que se trata de una operación política del kirchnerismo. No parece ser una buena noticia para el Gobierno, que decía que iba a pintar de violeta a la provincia de Buenos Aires en las elecciones.
Para el seguidor de Milei, es muy difícil convencer a otros de votar a los candidatos del oficialismo. Al Gobierno le convendría que esa gente no participe del proceso electoral. Y hay altas chances de que eso ocurra, ya que es lo que se vio en las elecciones provinciales realizadas durante todo el año.
En nuestro país pasan muchas cosas todo el tiempo y las encuestas de opinión tienen una duración de una semana. Pero hoy, para la sociedad, es verosímil que Karina Milei está involucrada porque hay antecedentes: Juan Carlos Pallarols dijo que le pidieron 2.000 dólares para entrevistarse con Milei y hay denuncias de que se compraban espacios en listas electorales de 2023.
Entre septiembre y octubre
Es cierto que no hay octubre sin septiembre porque la provincia de Buenos Aires representa el 40 por ciento del padrón electoral nacional. La suerte de Milei está atada a lo que pasen en los mercados y con el dólar. Para el peronismo, es el momento de esperar a que el Gobierno dé respuestas.
Al peronismo, una elección más cercana al 40 por ciento que al 35 le va a permitir mantenerse sólido frente a lo que fue el embate libertario. Del 7 de septiembre al 26 de octubre, hay casi dos meses. En Argentina, eso es muchísimo.
Mientras no haya discusiones internas, el peronismo puede pasar al frente, ganar las elecciones de septiembre y posicionarse de cara a las de octubre. Antes, se creía que el Gobierno se impondría de forma contundente; ahora, hay que ver qué pasa.
*Director asociado de Proyección Consultores