Mañana viernes y hasta el domingo, la Torre Bellesguard de Gaudí volverá a acoger el mercadillo BCN en las Alturas para erigirse como epicentro de la moda, la gastronomía y la música en la capital catalana. Allí se podrán adquirir todo tipo de piezas textiles, complementos y manjares con un paisaje arquitectónico de fondo del que muy pocos eventos de la ciudad pueden presumir.
Algunas de las marcas que plantarán sus stands alrededor del edificio modernista son Lua Barcelona, Julia Duran, Danilas Moon, Tiger Soul, Up To You y así hasta una veintena, que dejarán ver cuáles son las últimas tendencias, desde los colores a las prendas que marcan la temporada otoñal, en el mundo textil y de los complementos.
Una veintena de marcas plantarán sus stands alrededor del edificio modernista
La moda no es el único reclamo de esta cita, que ya alcanza su 30.ª edición. También sonará mucha música de la mano de Raquel DJ, Ismael González, DJ Marina, The Summer Lovers, DJ Bruno del Castillo y Due Music, que pondrán ritmo al mercadillo durante todo el fin de semana.
El mercadillo, con el edificio de Gaudí al fondo
Llibert Teixidó / Propias
La gastronomía es sin duda otro de los puntos fuertes del evento. De momento se ha anunciado que la oferta incluirá las croquetas de Manuela’s, los platillos del gastrobar 78|33, las gildas y embutidos de Only Granel, las tartas de queso de La Iaia Artesana y los Citrus y Floral Spritz de Lolea, entre muchas otras opciones.
La entrada al recinto tiene un precio que irá de los 6 a los 18 euros, dependiendo de si incluye consumición o una visita guiada por la torre Bellesguard, que fue declarada Bien de Interés Cultural en 1969.
Proyectado como un castillo medieval, la Torre Bellesguard abrió sus puertas hace más de una década, pero sigue siendo una de las obras menos conocidas del arquitecto catalán, a pesar de su notable dimensión artística, ornamental y simbólica.
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En el terreno donde se construyó la casa, en los pies de Collserola, hubo en el siglo XIV un castillo construido por Martín I el Humano, el último rey de Aragón. Fue de hecho el propio monarca quien bautizó el lugar con ese nombre (del latín, bella vista).





