Cuando mantenemos una amistad, esperamos cierta reciprocidad por parte de la otra persona: que sepa escucharnos, que nos comprenda y que podamos contar con ella en los momentos difíciles.
Sin embargo, no siempre logramos establecer conexiones que devuelvan lo mismo que damos, y nos frustramos cuando esto sucede.
En ocasiones, gastamos energía innecesaria intentando ganarnos el afecto de quienes, por una razón u otra, no tienen interés en que nos convirtamos en alguien importante en su vida.
Esto duele emocionalmente, sobre todo si hemos depositado muchas expectativas en que esa relación funcione.
Aunque pueda parecer difícil, los expertos recomiendan aprender a dejar ir y detectar cuándo cortar una relación puede traernos más beneficios que mantenerla. Por ello, es fundamental aprender a poner límites y alejarnos de aquello que nos hace daño.
Cómo alejarnos de lo quienes nos dañan, según Walter Riso
El destacado psicólogo clínico Walter Riso aborda esta temática en su último libro, «Los 7 pilares del amor propio».
En él, explica las claves para construir una relación profunda y enriquecedora con uno mismo, basada en el cuidado personal, el respeto y la aceptación incondicional. Invita, además, a dejar de buscar aprobación externa y a empezar a cuidarnos desde adentro.

En uno de los videos publicados recientemente en sus redes sociales, el psicólogo comparte una técnica sencilla que podemos aplicar cuando nos enfrentamos a personas que nos ignoran o no nos tratan de la mejor manera: “Aléjate, pero no se trata de salir corriendo por la puerta. No es una distancia física, sino emocional”.
Y es que, según Riso, aunque muchas veces pensemos que borrar el número de alguien o dejar de verlo es suficiente, es probable que sigamos pensando en esa persona o sintiéndonos mal si antes no hemos establecido una distancia emocional.
“Ve hacia adentro. Ve hacia quién eres, hacia tu historia, hacia tu amor propio, tus luchas y tus recuerdos fundamentales. Sumérgete en tu microcosmos, que es un vasto universo interior, y navega un rato. Mientras la otra persona está frente a ti, ignorándote, tú estás contigo misma, contigo mismo, en el más profundo de los amores: el amor propio”, señala Riso.
Una vez hayamos sido capaces de conectar con nuestro mundo interior y con nuestro amor propio, el psicólogo explica que debemos volver a conectar con la realidad para cerrar esa relación.
“Se puede expresar de muchas maneras. A mí me gusta decir: ‘Ya no me importas’, ‘Me importas un rábano’, ‘Tu opinión ya no me afecta’, ‘Tu mirada me atraviesa sin tocarme’ o ‘Soy un banco de niebla’”, dice.
Sea cual sea la forma en la que comuniquemos que ya no deseamos mantener contacto con esa persona, el psicólogo concluye que sentirnos lejos de ella nos hará sentirnos más cerca de nosotros mismos, y eso nos permitirá disfrutar de una vida más tranquila y feliz.
Anna Calpe, La Vanguardia.