Este miércoles se vivió un momento tan tenso como incómodo al aire de Mujeres Argentinas, el ciclo que conduce María Belén Ludueña por El Trece todas las mañanas. Es que en medio de un reportaje a Roberto García Mortián, Evelyn Von Brocke hizo un insólito editorial al aire cuestionando al exmarido de Pampita y la conductora no se la dejó pasar.
En detalle Evelyn incomodó al invitado, María Belén se enojó y terminó llorando. «A ver, perdón… me quiero meter en esto porque soy bastante parte de este programa. Yo no sé a qué vas Evelyn con esto pero me parece a mí que este no era el sentido de la nota… No lo tengo por qué defender pero lo quiero decir porque lo hablamos previamente… Hay familias de por medio…», fueron las primeras palabras de la prestigiosa periodista.
Sin embargo, la panelista siguió incomodando al exesposo de Pampita y hasta lo amenazó al aire diciendo que tenía un montón de cosas para decir suyas acerca de supuestas infidelidades hacia la modelo. «Perdón pero me suena extorsionador… ¿Por qué tenemos que jugar a eso? ¡No me gusta! Yo soy profamilia y de última, y lo digo y me hago cargo, si las cosas pasan ¿qué? Tengo la información y voy a destruir una familia. No me parece bien», añadió la conductora.

Luego de eso intervino con nuevas y punzantes preguntas otra de las panelistas del ciclo, la periodista Amalia Díaz Guiñazú. Por lo que Ludueña retomó la palabra y volvió a intervenir a los gritos. «Tirar carpetazos en un programa me parece de cuarta… Acá yo pongo los límites porque la nota la traje yo y Roberto se sentó acá porque tenía ganas de hablar en nuestro programa y yo no hago notas cerradas, no soy egoísta pero hay cosas que no me gustan», agregó enojadísima.

«Yo no soy traidora, tengo códigos… No me gusta que pasen estas cosas y este programa tiene otro sentido, no tiene un sentido de hacer mierda a la gente…», dijo con la voz quebrada y los ojos llenos de lágrimas antes de pedir un corte.
Y sumó: «Los trapitos sucios se lavan en casa. Esto que acaba de suceder me gustaría que no suceda más porque nosotras hacemos un programa con códigos, al menos yo pretendo tenerlos, y esto no es la primera vez que pasa: los entrevistados se sientan acá porque tienen una relación de confianza conmigo y pum, destruimos a la gente y no lo voy a permitir».