Yulie Ruth, Vane Ruth & las Ruedas del Sur son los máximos exponentes del country en la Argentina. Vienen de romper todos los récords al presentarse para 50 mil personas en el San Pedro Music Country Fest y de compartir fecha en Cosquín Rock con Divididos, Los Ratones Paranoicos y Wos. Pero además la historia de una pareja que hizo bailar y fue premiada en Texas. Y como una canción de Yulie Ruth, Juntos a la par fue un presagio de amor y se convirtió en la voz de Pappo, en uno de los grandes hits del rock argentino.
Estamos en el barrio de Bernal, municipio de Quilmes en el conurbano bonaerense. Rodeados de plantas y flores que explotan en colores y aromas hay una casa que parece salida de una película de los ’80, de esas que te cruzas en la TV un sábado a la tarde. El garaje al costado y al fondo y un letrero tallado en madera como un filme de cowboys que dice “Vane Ruth y Yulie Ruth”, se roban la escena.
Adentro nos esperan ellos con sus ropas típicas y su colección de vinilos, además de sándwich y refrescos. Hay un piano de pared e instrumentos que se suman a fotos de giras, premios y artistas del género, que se funden y confunden con retratos familiares de una vida compartida, para completar la imagen. “Raices y Alas”, Escribió alguna vez Yulie en ese lugar.
En este hogar, no muchos saben, nació uno de las más hermosas canciones de amor escritas en estas tierras. “Le he pedido tanto a Dios, que al final oyó mi voz”, inmortalizó Norberto Napolitano en su último disco Buscando un amor y todos sabemos de qué estamos hablando. Lejos de “ablandar la milanesa”, como decía el Carpo, esa melodía entiende como ninguna la dulzura de la rutina de una vida compartida.
El creador es Yulie Ruth y vive aún en esa casa. Tenía apenas 20 años, nada sabía de lo que le esperaba y mucho menos que “Dios escucharía su voz”, de forma tan precisa que le daría una compañera con la que tendría una hija hermosa llamada Azul y recorrerían juntos el país y el exterior en una carrera musical llena de reconocimiento y prestigio por más de dos décadas con su banda sonora preferida: la música country..
Yulie y Vane Ruth, mucha música en la casa de Bernal. Cuentan que tuvieron que «remar en gelatina» hasta lograr reconocimiento. Foto: Emmanuel Fernández-La primera pregunta es la más obvia, pero a la vez más necesaria: ¿Cómo y por qué la música country?
Yulie: Fue como un amor a simple vista. Con la naturalidad que tomamos esta música, es como si de otra vida viniese adoptándola. En mi caso soy coleccionista de músicacCountry. Desde que tengo uso de razón musical que las primeras canciones que me llegaron son de las series western clase B. Mi juego favorito era tratar de sacar esas melodías con una guitarra criolla y eso era un desafío enorme, pero me atraía muchísimo el coraje y la sinceridad de esas películas y sus canciones. Eso fue para mí una capa para afrontar mi vida musical: el coraje y la sinceridad.
Vane: Vi la película de The Judds a los 9 o 10 años. Las Judds (Naomi y Wynonna) eran un dúo de música country, madre e hija. Y yo vi cómo transcurría toda su vida y toda su carrera, cómo hacían para manejar esa dicotomía de la familia y la música, porque era una mamá soltera con su hija.
Recuerdo como caminaban, el ruido de las botas golpeando a cada paso y tocando puertas para tener su oportunidad. Yo era muy chiquita y eso de los pasos y soñar con las oportunidades me quedó y dije: “Quiero ser cantante y hacer esta música”, me imaginé esa vida, golpeando puertas, remando en gelatina, como pasó después (risas).
-¿Ustedes se conocieron en San Luis, cuando Yulie era músico de Pappo y Vane estaba modelando, es verdad?
Vane: Si. Eso fue mágico. Cuando lo conocí, había ido a tocar Pappo a San Luis. Me invitaron de casualidad. Faltaba una chica para el desfile, antes del show y me dicen:» Se bajó una chica, tenés que venir». Yo no era modelo, cara rota total.
Estaban todas las modelos charlando con Pappo y yo estaba sentadita ahí en un rincón, y veo uno que se sienta al lado mío y me dice dice: «Además de tocar con Pappo tengo una banda de música country». Cuando me dijo así, dije, «¿Qué?. Yo amo la música country» Y él me puso a prueba, me dijo ¿Qué escuchaste?», respondí: Wynonna y Naomi y pegamos onda.
Frente a frente. Yulie y Vane Ruth están juntos hace 20 años. Él escribió «Juntos a la par» antes de conocerla, pero resultó como si fuera para ella. Foto: Emmanuel FernándezDespués se vino para Buenos Aires a su casa, y me escribía cartas y enviaba discos. Así empecé a conocer más profundamente el género y me fui enamorando. Eso fue en el 2000. Fuimos amigos hasta el 2007. Cuando regresé a vivir a Buenos Aires, nos pusimos de novios.
Orgullo y camaradería
-¿Cómo se llevan con esta definición de ser los embajadores y los máximos representantes del country argentino en el mundo?
Yulie: Lo llevamos con mucho orgullo, el de ser punta de lanza a través de los años. Siempre expectantes a que más artistas country se sigan sumando. Nuestro idioma es hermoso, sería genial que todos puedan escribir su propia canción.
Vane: Es todo un honor, pero aspiramos a que existan muchos más artistas. Que el género crezca y que también crezca la camaradería; que cada artista tenga su impronta, su estilo, sus letras.
-Uno venía del rock y la otra de folclore, pero ambos amaban este género.
Vane: Totalmente. Yo le dije a Yulie que no me importaba el tiempo que me lleve, que no quería ser famosa, sino prestigiosa. Y él me entendió y me dijo, «Yo también». Él colgó el bajo para dedicarse a la música country de lleno luego del fallecimiento de Pappo. Le dije: «Bueno, vamos a una librería, compremos una agenda y empezamos de cero”. Y así fue.
En la casa de Yulie y Vane Ruth la música aparece por todos lados. Él fue bajista de Pappo durante 15 años y le aportó su balada más popular. Foto: Emmanuel Fernández-Y de esos inicios a romper todo en el festival de San Pedro, donde cerraron con un récord de público de 50 mil personas, en los 3 días, ¿cómo vivieron eso?
Vane: Fue increíble. Un récord, como bien decís, fue mágico. Mucho tuvo que ver la solidaridad entre los artistas, por eso antes del cierre, les escribí a todas las mujeres que habían participado que vengan al escenario conmigo para compartir la canción del final. Si ves el video, somos todas mujeres adelante y los varones copados atrás saltando, haciendo pogo, cantando a todo pulmón y las que nos apoderamos de la situación fuimos las mujeres.
Porque la música country no solamente que ha sigo un género con poco marketing, sino también muy masculino, muy de hombres. Bueno, esta vez, ya que me honraron con la canción de cierre pensé: “Quiero que estemos todas las mujeres juntas”
Yulie: Todo lo que pasó fue increíble. Nosotros peldaño a peldaño vamos subiendo y no nos damos cuenta a lo mejor de la grandilocuencia de todo lo que es el nombre de la música country hoy en día. Es asombroso, lo que está pasando con este género porque no para de crecer. No tiene techo esto.
-En Cosquin Rock compartieron fecha con artistas como Los Ratones Paranoicos, los Decadentes, Wos, Divididos y Babasonicos, entre otros.
Yulie: Otra locura que jamás pensamos que se podía dar. Había de todo, lo más variado. Por eso fue tan controversial. Y dentro de lo variado estaba la música country, que no estaba en los planes de nadie.
Vane: La verdad es que es un genio José Palazzo, él tiene su banda que se llama Los Mentidores y tocó en San Pedro. Y era uno de los músicos que saltaba en el cierre. Otro al que hay que nombrar es a Gustavo Laurino, el promotor del festival. Él y su familia llevan 20 años promoviendo esto.
Yulie: Bueno, ahí tenés lo lindo de no competir. Porque competir para mí es ir para los costados. Nosotros tenemos que ir para adelante. Y si hay que ser punta de lanza y comerte las piñas, ok. hay que defender el género country por encima de los nombres propios.
Yulie y Vane Ruth viajaron a Texas, la cuna del country, a mostrar su música. Y fue un éxito. Foto: Emmanuel Fernández
El recuerdo de Pappo
-Yulie, fuiste por 15 años el bajista de Pappo Blues y después de su muerte dejaste todo por el country.
-Parafraseando lo que hablábamos de las botas: estas botas fueron hechas para andar. Yo tenía la necesidad de escribir mi propia canción, de contar mi vida entre rimas. Tenemos la finalidad, los músicos de country, de masificarlo y hacerlo que no sea una batea perdida en una disquería, sino algo genuino y real que puede emocionar al gran público.
-En esta casa escribiste “Juntos a la par”, aquella icónica ultima gran balada que grabó Pappo.
-Sí, es verdad, la compuse en esta casa cuando tenía 20 años Yo era muy joven y era una proyección. No fue para alguien puntual, sino yo imaginándome compartiendo una vida con alguien después de una carrera musical muy extensa y pensar si alguien me acompañará en ese camino.
-Se convirtió en un himno, ¿como te llevas con eso?
-Es increíble. Pasan los años y estoy en el chino y alguien la canta o suena en la radio y me dan ganas de decir: ¿sabías que esa canción es mía? Ademas, la suerte que alguien como Pappo la grabara y la inmortalizara.
Es demasiado, porque se trata de un superhéroe como era el Carpo, que yo iba a verlo cuando tenía 12 años al Teatro Cervantes de Quilmes con mis viejos y no podía creer lo que hacia ese hombre en el escenario. Yo sabía que ese tipo todo tapizado de cuero iba a convertirse en lo que fue. Era Riff a pleno. Y las vueltas de la vida que entre tantos bajistas haya llamado a mí.
-¿Cómo fue eso?
Yulie: Y fue una casualidad, como todo lo lindo en la vida.
Vane: Dale, ya le habían hablado de vos.
Yulie: Bueno, sí, yo estaba tocando en Alakrán. Pappo estaba buscando un bajista y Gady Pampillón, que en paz descanse, le habló de mí y le dio mi teléfono. Yo no sabía nada. Una noche, estábamos tocando en Halley, en la calle Corrientes. Lleno el lugar. Y Pappo no aguantó, en vez de llamarme, me fue a ver. Cuando terminó el show, abrió la puerta del camarín de una patada y la dejó vaivén.
Los sombreros forman parte de la cotidianeidad de Yulie y Vane Ruth, referentes de la música country en la Argentina. Foto: Emmanuel Fernández-¡No!
-Si, y me dijo. “Pibe, vos vas a venir a tocar conmigo la semana que viene”, a lo que yo le dije: “Bueno, Carpo, ¿cuándo ensayamos?” y él me contestó “¿Qué, no sabés mis temas? (risas de todos)
Fue una experiencia tremendamente intensa. Quince años con Pappo eran como 40 años con una persona normal. Y lo que me pedía yo le decía que sí. Si había que estar a las 3 de la mañana en tal lugar, estábamos, si había que grabar Blues local a la madrugada en Almagro, también. Fue mi vida para él esos años.
-¿En qué momento le mostrás esa canción que habías hecho casi adolescente en esta casa, “Juntos a la Par”?
-Estábamos grabando Buscando un amor y faltaba un tema de relleno y me pidió que le muestre tres de los que yo había compuesto. Le mostré dos y me miró como diciendo, «No me hagas perder el tiempo, mostrarme algo que me sorprenda”. No llegó al tercero y se empezó a ir y ya estaba en la puerta cuando le digo: «Carpo, vení. Tengo este, pero es muy muy religioso, muy balada, te vas a cagar de la risa”. Creo que no llegué al estribillo. Canté: “Le he pedido tanto a Dios que al final oyó mi voz”. Recuerdo que me dijo: “Esto es lo que quería, lo otro lo hago yo”.
-Pocas canciones describen la dulzura de un amor cotidiano como esa, y cuando la hiciste no conocías esa sensación, no sabías que te ibas a encontrar con Vane e ibas a entender eso
-Fue muy curioso, la compuse cuando me mudé, el mismo día que llegué acá, que pisé esta casa. Era un anhelo. Un anhelo muy claro y una pregunta que me hacía, un pensamiento en voz alta.
-Literalmente. “Cartas de amor en el hall”, es este hall en el que estamos hablando.
-Absolutamente. Es que todas las cosas trascendentes en mi vida las decreté, las vi. Conocerla a ella (Vane, emocionada a su lado), tal cual es, la decreté en Juntos a la par. Ella es mi inspiración es la dedicatoria de todas mis canciones. Hablo de compartir la vida, de la cotidianeidad, de que somos imperfectos humanos y que yo con ella navego aguas profundas.
Un premio en la Meca del country
Guitarra, piano y mandolina, elementos esenciales en la casa de Yulie y Vane Ruth. Foto: Emmanuel Fernández -Hablando de tu carrera, Vane vos fuiste premiada nada más y nada menos que en Texas, en la meca del sonido que aman.
-Increíble. En el Texas Sounds Internacional Country Music en 2018. Uno de los festivales más importantes del mundo y ahí estábamos. Dos argentinos haciendo historia sin darnos cuenta del todo. Y ¿sabes que les encantó a ellos? Que hiciéramos nuestras canciones en castellano. No que los copiemos, sino que hiciéramos nuestro propio country. Nuestras letras, nuestras historias.
Ellos primero como que nos pusieron a prueba, pero cuando se dieron cuenta que lo hacíamos con profesionalismo y amor les encantó. Bailaron, aplaudieron y hasta hicimos fans que nos invitaban a sus casas, fue cumplir un sueño tan profundo.
-Hay un baile muy particular en las películas donde el cantante de country arenga y hace a todos a hacer una especie de coreografía, marcando los pasos. Muy característico de los filmes, el Two Step. ¿Pudieron hacer eso?
Yulie: ¡Si, en 2018! En esa gira inolvidable por Norteamérica. Es nuestro hábitat. Se dio con una naturalidad asombrosa y con profunda alegría, un colorido incomparable al de cualquier género.
Vane: Lo vivimos en Luckenbach TX, donde frecuentaban los más grandes poetas del country como Willie Nelson, Waylon Jennings y Kris Kristofferson. Era una gran responsabilidad ir a hacer su música folclórica allá. Pero nosotros le dimos la vida a esta música, entonces es como si estuviéramos listos desde siempre para vivir eso. Fue inolvidable.
-Me imagino que arriba del escenario teniendo a todos esos texanos bailando con y para ustedes se acordaron de esos niños que en San Luis o Bernal soñaban con esa música tan particular. ¿Qué les dirían a esos niños que fueron?
Yulie: Ese niño lo llevo conmigo siempre, ya que nunca perdí esa capacidad de asombro. A ese niño le diría que siga cantando, que su fuerza está en ser un soñador.
Vane: Obvio que me acordé de esa nena. Le diría que se quede tranquila, que sus sueños son válidos. Que lo logró. O mejor dicho que lo logramos “juntos a la par”.





