Prueba y demostración que la tierra que posee la UNM frente al edificio histórico representa una obra, propia del plan maestro. La casa de altos estudios invita: «Recorriendo el campus universitario, podés encontrar numerosas acequias naturales y artificiales que atraviesan el parque y que sirven para colectar y conducir el agua de lluvia hacia los reservorios que se encuentran en el frente de la universidad».
El planeta cambia y el hombre puede mitigar daños. La UNM construyó un sistema hídrico, sustentable, reconociendo el ambiente y sus radicales cambios. Una poderosa respuesta a la ceguera de quienes visten en las redes productos insustentables o, para ser justos, carentes de evaluar lo que se conoce como planificación.
Hay una política que está bajo la superficie:
En sus redes sociales el Rector Hugo Andrade escribe lo siguiente: «Para lograr las transformaciones necesarias, para formar jóvenes preocupados por las injusticias del mundo de hoy, ciudadanos solidarios y comprometidos con el bien común y las necesidades del territorio, la planificación estratégica de la gestión universitaria y la articulación con el medio social, productivo e institucional es esencial para lograrlo. A pesar de los inconvenientes que venimos enfrentando desde hace no poco tiempo, podemos sentirnos orgullos de la contribución que logramos hacer en tan poco tiempo y a pesar de tantas barreras. Esta obra, es un buen ejemplo de como la Universidad planifica su desarrollo cuidando la casa común«.
Ciencia y técnica aplicada a realidades locales, un enorme trabajo de Marina Abruzzini, «que se encadena con otros anteriores y del que participan varios miembros de esta comunidad universitaria dentro del Programa de Estudios Ambientales, constituye un aporte a la identificación de los riegos y afectaciones ambientales derivadas de la ocurrencia de eventos, como la tormenta extrema que hemos soportado estos últimos días, entre otros considerados en este trabajo, en función del desarrollo y uso del suelo en el ámbito local. Nuestro pueblo necesita que esfuerzos como estos, no se reduzcan a los merecimientos de sus autores, sino que sean insumos útiles para los decisores públicos que deben actuar en la emergencia y velar por la sustentabilidad ambiental del territorio», concluye el Rector de la UNM.