Barcelona
Rifirrafe entre el Síndic de Greuges de Barcelona y el Gremi de Restauració a santo de las estufas en las terrazas. El Síndic David Bondia emitió un comunicado durante la mañana a fin de que el gobierno del alcalde Jaume Collboni se plantee la posibilidad de vetar el uso de todo tipo d estufas en las terrazas de la ciudad. Enseguida aparecieron en las redes sociales muchos mensajes de apoyo a esta iniciativa. Hablamos sobre todo de mensajes de personas y organizaciones vecinales que entienden que Barcelona da demasiada libertad a los restauradores, en detrimento de la paz de quienes tienen sus ventanas sobre los veladores.
Y al poco el Gremi de Restauració emitó otro comunicado y le vino a decir al Síndic que se meta en sus propios asuntos, que no trate de jugar un papel que no le corresponde. El enfrentamiento tiene lugar en el marco de la polémica entrada en vigor de la normativa municipal que prohíbe el uso de dispositivos de combustión desde el pasado 1 de enero. Polémica en tanto que esta resolución es producto de un amplio acuerdo alcanzado por el Ayuntamiento y los restauradores nada más y nada menos que siete años atrás con el objetivo de combatir el cambio climático.
Entonces el Consistorio y el Gremi de Restauració acordaron demorar su aplicación durante tantos años para que los negocios tuvieran tiempo de sobra para adaptarse. Pero la verdad es que a la inmensa mayoría de restauradores de esta ciudad que acostumbran a emplear estufas le cogió el toro, y las columnas de fuego en los veladores fueron una escena habitual durante todo este invierno. Además, el Ayuntamiento apenas realizó 634 inspecciones durante los cuatro primeros meses del presente año, unas inspecciones que a la postre únicamente propiciaron 47 expedientes sancionadores, una cifra que se antoja muy exigua si se tiene en cuenta la abundancia de estufas fuera de la norma. Muchos tienen la impresión de que el Ayuntamiento regaló un último invierno a los restauradores. Al parecer un montón de solicitudes de las correspondientes obras para alargar los tendidos eléctricos de las terraza se atascaron en las ventanillas municipales.
“Las estufas eléctricas ahora permitidas –dijo el Síndic en su comunicado– tienen un impacto final en emisiones globales superior a las de butano o propano, según un informe de la Agencia de Energía de Barcelona (AEB). Este documento concluye que no debe autorizarse la calefacción de las terrazas para evitar el impacto ambiental y el desperdicio energético que supone”.
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El Gremi repuso que esta consideración está fuera de lugar. “La función del Síndic es supervisar la actuación de la administración municipal. El Síndic no está llamado a participar en el debate político. El Gremi insta al Síndic a no dejarse instrumentalizar por aquellos que discrepan de las resoluciones de los plenos municipales”.
