Luego de una primera mitad de mayo dominada por temperaturas elevadas y una persistente circulación de viento del norte, lo que generó una sensación térmica propia de los meses cálidos, las últimas semanas del mes están consolidando un cambio de condiciones muy marcado, prácticamente sin escalas desde el verano hacia el invierno.
Esta situación cambió abruptamente con el temporal reciente, que dio paso a una baja generalizada en las temperaturas y permitió el ingreso de una masa de aire más fría y lluvias. Dejando miles de hectáreas bajo el agua en el norte de Buenos Aires, el sur de Santa Fe y Entre Ríos.
Según los pronósticos de Meteored para el resto de la semana, anticipan una seguidilla de jornadas marcadas por condiciones inestables. Aunque no se prevén acumulados tan extremos como los del fin de semana anterior podrían registrarse nuevas lluvias puntuales sobre áreas que ya están comprometidas, seguidas por un descenso de temperaturas y la entrada de aire frío con posibles heladas generalizadas.

Lluvias y tormentas antes del nuevo descenso de temperaturas
Respecto al ingreso pleno del aire polar, se prevé una etapa de inestabilidad que comenzará a sentirse durante el fin de semana. El sábado podría registrarse el desarrollo de lluvias y chaparrones en el norte de la provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, los modelos actuales muestran una tendencia a la baja en cuanto a los acumulados esperados para esa región, lo que podría aliviar parcialmente la situación en áreas que vienen muy afectadas por excesos hídricos.

En tanto, el noreste argentino será una de las regiones más comprometidas. Para el sábado, el Servicio Meteorológico Nacional ya emitió una alerta por tormentas fuertes que podrían dejar acumulados de entre 20 mm y 70 mm, acompañadas de ráfagas de viento, caída de granizo, intensa actividad eléctrica y una persistente inestabilidad a lo largo de la jornada.
La situación no se limitaría al sábado. Entre el domingo y el martes, la franja este del país, incluyendo a Buenos Aires y al litoral, seguirá bajo condiciones de inestabilidad, con eventos de lluvias y tormentas de variada intensidad. Esta seguidilla de fenómenos marcará el paso previo a la irrupción del aire polar, que establecerá un nuevo patrón térmico.